jueves, 30 de agosto de 2007

bodas


¡¡¡Felicidades Patty y Dani!!!

sábado, 18 de agosto de 2007

La llegada


Desde el avión supe que volábamos sobre Guate. Parece que fuera un gran tejido verde o una manta hecha de retazos que son los terrenos cultivados. Las casitas pequeñas, los techos de lámina, caminos torcidos, hasta las nubes parecen distintas. Si, entraba a Guate después de 9 meses de ausencia y sonreía pensando "volví, por fin".

Sabía que me esperaba el tráfico, personas caminando por las calles desordenadas, el olor a humo, la gente ofreciendo productos en los semáforos, los autos, las motocicletas, gente sonriente, caos vial, pájaros volando y árboles entre medio. Disfruté mi llegada como "turista" a mi país de origen. Mi ciudad me daba la bienvenida.

Esta vez no protesté, sonreí. Sonreí al ver al a gente afuera en el aeropuerto, al ver los buses, los autos pequeños, el tráfico pesado, el olor a combustible quemado en conjunto con humedad y verdor. Sonreí también al ver el cielo azul, las montañas y los volcanes; el aire fresco y a la gente caminando con suéteres aún cuando hace calor.

Veía a mi alrededor y no podía creer que estuviera ya aquí, en mi país. Me esperaban mi familia, mis amigos, mi casa, mi ambiente. El olor a café recién hecho, mezclado con el de tortillas de maíz caliente, frijolitos volteados y plátanos fritos.

Es bonita Guate, aún con todo lo malo que tiene. Es un país hermoso. Quizá lo diga por estar lejos, porque lo extraño. Me parece que tiene un potencial enorme para crecer, para solucionar muchísimos problemas.

Estando aquí siento que no me hubiera ido, me parece todo tan familiar, tan cercano. Muchas cosas siguen igual, otras han cambiado. Puede ser también que la que ha cambiado soy yo, y veo las cosas desde otro punto de vista, un punto de vista lejano, extranjero. Me he convertido en una persona más que vive lejos de su casa, añorando estar cerca.

Dentro de poco regresaré de nuevo a Houston, a mi otra casa. Sonreiré también al estar entre el orden, con muchos espacios abiertos y grandes, en la ciudad plana llena de autopistas y concreto.Volveré a estar cerca de una de las zonas industriales más importantes del mundo y sin embargo, seguiré extrañando mi pequeña Guate. Quizá sea cuestión de costumbre, como todo, pero mientras tanto disfrutaré estar aquí, en la tierra del quetzal, y aprovecharé todo lo que pueda.

miércoles, 15 de agosto de 2007

Alex


Su nombre es Alex, lo conocimos anoche. Caminaba solo por las calles del sector donde vivimos. Le calculamos 40 años. Llevaba unos shorts, una playera blanca, tennis y una maleta roja mediana con rodos. Lo vimos muy cansado y a Seba se le ocurrió ofrecerle que lo lleváramos en el auto a su destino. Mi desconfianza me hizo dudar. Luego de observarlo mejor, vi que no se veía amenazante y accedí a llevarlo en el auto.

Le preguntamos a dónde iba, nos contestó a "Red Bluff" una avenida rápida ubicada a 8 km de distancia. Se subió al auto y cuando le preguntamos dónde en Red Bluff, nos dijo que lo dejáramos allí en medio de la calle, que iba a seguir caminando. Sebastián insistió en llevarlo a su destino y allí empezó a contarnos su historia. Por un momento me sentí como se sienten algunos taxistas conversadores que llegan a conocer una pequeña ventana en la vida de alguien más. En este caso, una ventana completamente distinta a la nuestra.

-Desde dónde viene caminando? le pregunté yo.
- Desde Nasa Road 1. Empecé a caminar ayer, nos contestó.
- Es una larga caminata, repuso Sebastián. Observando que había caminado ya 12 km
- Si, lo sé y créanme que ha sido difícil considerando mis rodillas.

Nos explicó que pensaba caminar hasta la corte de Pasadena (a 20 km más). Empezó a contarnos que el esposo de su mamá era una persona muy violenta y mala, que nadie quiso llevarlo y que por eso decidió caminar a pesar de tener las rodillas dañadas. Agradecía en cada oportunidad que tenía el gesto de nosotros, de llevarlo a su destino.

Sebastián le preguntó en dónde quedaba la corte, a lo que él respondió entre la 225 y el Boulevard Pasadena. Quedaba mucho más lejos de lo que creíamos. Igual seguimos llevándolo hacia allá y ambos imaginábamos el gran esfuerzo que tenía que haber hecho para llegar.

-Por qué va a la corte de Pasadena? preguntó Sebastián
-Porque tengo una cita mañana a las 8 am.
- A este paso era poco probable que hubiese llegado a tiempo, le dijo.
- Si, pero por lo menos lo intenté. Por eso les agradezco su gesto y ojalá no se hayan desviado mucho de su destino.

Nos dijo que iba a la corte a tratar un tema de accidente de tránsito, por lo que no tenía licencia. Dijo que tenía que pagar muchas multas y que había ya faltado a las audiencias varias veces. Que le habían quitado su licencia de conducir y que no podía trabajar por no tener auto. Que lo habían echado de su casa y que no tenía dónde vivir. Hubo un silencio incómodo después de eso, y luego dijo con tristeza.

- Realmente no tengo a nadie. Suena muy triste decirlo, pero es cierto.

Empezó a contar una historia que relacionaba a su abuela con un amigo y de cómo le habían puesto más multas... no logró terminar la historia. Se le trabaron las palabras, una y otra vez, como si fuera un disco rayado. Me asustó un poco.

A la larga nos dijo que a donde realmente tenía que ir era a la cárcel de Pasadena, pues si pasaba unos días allí le quitaban las multas, y como no tenía dinero para pagar, lo iba a hacer. Que era su única opción para empezar de nuevo.

Desviamos nuestro curso para llegar a la cárcel. Me empecé a preocupar si realmente nos decía la verdad, si no eran historias elaboradas. Pasaron imágenes por mi cabeza. Me imaginé que este señor nos decía historias una y otra vez y que nunca llegábamos al destino. Me imaginé que nos hacía daño, por un momento ví a Charles Manson en nuestro auto, o a un asesinon en serie. El pensamiento duró poco tiempo, y en ese momento quería que llegáramos ya. Después me tranquilicé. Me di cuenta que realmente no era una persona mal intencionada, vi que simplemente había tenido malas experiencias en su vida.

Por fin lo dejamos en la cárcel y Sebastián vio las cicatrices en sus rodillas (que estaban hinchadas por tanto caminar). Efectivamente había sufrido un accidente, se le veía la dificultad al caminar y moverse. Estaba muy agradecido por nuestro gesto. Nos dio la mano cordialmente y caminó hacia la comisaría, entró en la puerta con su equipaje, como si fuera un Hotel.

A la vuelta analizamos la situación. La conclusión fue que efectivamente sufrió un accidente que lo hizo perder la licencia de conducir y quedarse sin trabajo. Que no tenía dónde vivir (quizá porque lo echaron de su antigua casa) y que prefirió pasar las noches en la cárcel "pagando" la multa porque en la cárcel tiene cama y comida.

Nos imaginamos en su lugar, sin carnet de identidad, sin trabajo, sin familia, sin hogar, sin amigos, caminando por la noche 30 km para llegar a la cárcel a dormir y comer algo.

Anoche hicimos una buena obra, y como todo, deja algo en qué pensar. Nos sentimos agradecidos de nuestras vidas. Apreciamos las cosas que pasamos por alto (como tener rodillass para caminar). Vimos las oportunidades que tenemos al frente. Nos dimos cuenta de lo dichosos que somos. Ojalá Alex mejore su situación y logre incorporarse de nuevo a la sociedad. Esperemos haberlo ayudado en algo, porque él nos ayudó a nosotros a ser mejores personas.

miércoles, 8 de agosto de 2007

Juegos de Antaño

El lunes me encontré con dos niñas, tenían aproximadamente ocho o nueve años. Jugaban muy contentas, pero cada una estaba frente a una computadora. Me quedé pensando en los juegos de los niños de ahora y en lo que yo solía jugar antes. Por un momento sentí esa gran barra generacional (de casi dos décadas de diferencia) y me quedé pensando qué será de estos niños en el futuro? Cómo irá a ser esta generación?

Mis juegos de infancia no fueron electrónicos. La primer computadora que tuve fue una IBM 286 en 1991, así que mis juegos de infancia fueron más clásicos. Entre mis favoritos: escondite, chiviri cuarta, matado, jax, tenta, kickball, incluso hubo una época que jugué cincos (canicas). También juegos de mesa "clásicos" como Bancopoly, Parchis, Clue, Battleship, Damas Chinas, Jenga (que juego hasta el momento), o los juegos de cartas como Uno, black jack, y muchos otros más.

Recordaba cómo nos juntábamos con grupo de amigos y amigas para jugar. Nuestros juegos eran grupales, interactuábamos con nosotros en vez de con una computadora. Cuando llegó el atari y empezó la era de los juegos de video yo me mantuve al margen. La verdad no me identifico con los juegos por computadora, no me llaman la atención. Quizá porque en mi casa se resistieron a comprarnos Nintendo (incluso cuando Mario Bros era un hit). Supongo que por eso ahora no me emocionan los juegos por computadora, o los de play station. Ni siquiera los más modernos con gráficos excelentes.

A veces me siento como aquellos señores que decían que nuestra generación estaba en la perdición por el hecho de estar escuchando música heavy metal, o alternativa. Yo ahora me pregunto, ¿cómo irán a ser estos niños? Estoy segura que si me acercara a las niñas que vi ayer y les invitara a jugar jax, no sabrían cómo se juega. De igual forma, supongo que varias generaciones antes de la nuestra jugaban de otra forma... y nosotros, no resultamos tan mal, o sí?

De cualquier forma, espero enseñarle a mis hijos lo bonito que es jugar en grupo, más que jugar en individual o con una computadora. Espero enseñarles algunos de mis juegos de infancia... ojalá les gusten...

jueves, 2 de agosto de 2007

Contaminación por plomo en juguetes Fisher Price


Cuando leo artículos sobre sitios contaminados me da tristeza. Darme cuenta que las cosas no han cambiado y que se sigue dañando el planeta, lugar donde vivimos todos, me entristece. Pero cuando escucho noticias sobre contaminación infantil me da rabia (cólera). Me enoja enterarme de la falta de conciencia de algunas personas. El día de hoy leí un artículo sobre juguetes de la marca Fisher Price, de procedencia china, con niveles altos de plomo en la pintura.

El plomo es un metal altamente tóxico, que a exposiciones altas tiene efectos letales para la salud. La la población más afectada son niños menores de 6 años, pues sus cuerpos son pequeños y están en constante crecimiento. Los niños pequeños tienden a poner objetos en la boca, cuando juguetes contienen plomo, los niños pueden sufrir envenenamiento por plomo.

El día de ayer se publicó en varios medios de comunicación estadounidenses que la empresa Mattel va a retirar del mercado 1.5millones de juguetes (vendidos desde el 1 de mayo 2007) debido a que la pintura puede contener altos niveles de plomo. La lista de juguetes contaminados puede obtenerse en la página de Mattel.

Considero que el esfuerzo que está haciendo la empresa Mattel al retirar los juguetes del mercado es mejor que quedarse con la información y no darla al público. Sin embargo, que no hayan tomado las precauciones necesarias para asegurarse que sus productos (dirigidos especialmente a niños) tengan los requerimientos mínimos de protección a la salud, creo que fue un descuido enorme de su parte. Especialmente cuando se trata de niños pequeños a los que les gusta tocar y llevarse a la boca muchos objetos, especialmente juguetes.