lunes, 31 de marzo de 2008

Capitol 10 K

El fin de semana pasado decidimos participar en nuestra primera maratón alrededor del Capitolio en Austin. Se llama "Capitol 10k" por el hecho que se corren o se caminan diez kilómetros. Es una maratón al estilo Austin: relajada!

Ya dije en algún momento que Austin es una ciudad distinta y el fin de semana lo comprobamos de nuevo. Quizá porque es más pequeña y no es tan dispersa como Houston ni tan industrial la encontramos acogedora, en cierta forma humana, viva. La impresión que me dio es que las comunidades son más unidas y más amigables, lo que se reflejó en el apoyo a los participantes.

Ese ambiente Austiniano se respiraba en toda la competencia. Habían bandas de distintos estilos, desde blues, rock, bandas de colegio, jazz hasta una con tambores brasileños, todas ellas dispersas cada 2 km para acompañar con su música y animar a los concursantes. Así también habían padres de familia, con sus hijos aplaudiendo y animándo a todos diciendo "ya falta poco, ya van a llegar". Y gente de todas las edades como voluntarios para ofrecer agua a quienes corrían o caminaban. Creo que gran parte de Austin estaba allí, como voluntarios, espectadores o participantes. Era una fiesta!

Nosotros decidimos caminar mientras acompañábamos a nuestros amigos que corrieron. All principio creímos que íbamos a caminar 5km, pero luego de pasar la meta de los 5km nos dimos cuenta que íbamos a caminar los 10. La verdad no se sintió tanto el trayecto porque siempre había algo interesante alrededor qué observar, ya sea las casas, los árboles, la gente alrededor y los participantes.

Parte del evento eran los disfraces (si me hubiera enterado me hubiera disfrazado de algo),
habían varias personas disfrazadas, que hacía la competencia algo mucho más interesante. Disfraces desde los personajes del mago de Oz hasta árboles navideños, pasando por piratas, armadillos y vampiros. Incluso había un premio para la persona que usara más elementos reciclados promoviendo un ambiente más limpio. Qué manera de animar el evento!

El cielo estaba nublado y el pronóstico era de lluvia. Efectivamente a la mitad del trayecto empezó a llover y a llover fuerte... A mí me encantó! A pesar de la lluvia, la gente alrededor sacó sus sombrillas y se sentó a apoyar algunos incluso decían "no se preocupen por la lluvia, es mejor andar así que estar bajo el sol", y nosotros agradecíamos aplaudiendo o sonriendo. Incluso unos estudiantes tocaron en su banda debajo de un puente. Nada se suspendió.

La competencia fue super diversa, entre los participantes habían personas de todas las edades y condiciones físicas, desde niños en carruaje (estaba permitido caminar con carruajes) hasta un señor de 97 años que caminó igual los 10 km sin detenerse. Incluso había una modalidad que incluía a personas en sillas de ruedas. Me asombró esa diversidad, porque en realidad permitían que todo el que quisiera inscribirse lo hiciera. La idea no era tanto competir (aunque para algunos sí) sino divertirse formando parte de un grupo.

La verdad a mí me gustó, nunca había participado en ningún evento semejante, y quedé invitada a volver. La próxima vez, seguro me disfrazo y uso mejores zapatos, porque mis tennis no fueron los adecuados...quizá para entonces me anime a correr.. ja ja ja ja ja ja ja ja

lunes, 24 de marzo de 2008

"Doña Ana María"

En el transcurso de nuestras vidas, existen personas que dejan huella, que nos marcan con recuerdos permanentes, dándonos ejemplos a seguir. Nos motivan e inspiran a ser mejores y a dar cada día algo nuevo al mundo. En mi lista de recuerdos tengo a varias personas de quienes he aprendido y que me han ayudado a ser quien soy. Una de ellas fue "Doña. Ana María de Mosquera". Escribo "Doña" porque así le decíamos en el Colegio. (aclaro que "Doña" se utiliza en Guatemala para indicar que es una persona respetable y que tiene un "rango" más alto que el de "señora")

Quizás porque siempre me ha gustado leer y porque Doña Ana María fue mi profesora de literatura es que le tengo un especial afecto. Me enseñó muchos géneros literarios, autores y biografías que yo nunca habría descubierto por mí misma. Me enseñó a leer libros con la pasión necesaria y a valorar el trabajo de grandes escritores como Cervantes, Goethe y Shakespeare. Pero lo que más recuerdo no son los libros que leímos, sino la forma como impartía sus clases y los consejos que nos daba.

En un colegio con muchas normas, ella se salía del cajón imponiendo su estilo en su manera de vestir, de peinarse y arreglarse. Nos enseñó que en la vida hay que ser uno mismo y que siempre hay lugar para ser mejor. Recuerdo que decía frases como: "En la vida por lo menos hay que hacer dos cosas: sembrar un árbol y escribir un libro"o "el Quijote es del tipo de libros que se deben de leer por lo menos dos veces, pues después de los 50 el Quijote ya no se lee, se disfruta".

Era del tipo de personas que vivió la vida al máximo, visitando varios países y tomándose el tiempo para conocer de la cultura y la vida de las personas. Su casa era un fiel ejemplo de su pasión por los viajes, con colecciones de máscaras y tambores de distintas partes del mundo. Me atrevería decir que su segunda pasión era la antropología, porque le encantaba conocer la realidad humana. Nunca temió a ser quien era, y su pasión por la lectura y por la vida fue transmitida a muchas alumnas quienes la recordamos, como yo de manera especial.

Recuerdo que en el último año de clases nos invitó a su casa, nos cocinó garbanzos e hicimos una larga sobremesa en su sala. Nos preguntaba sobre nuestro futuro como profesionales y nos seguía dando recomendaciones que recuerdo perfectamente. En mi mente, siguen sonando sus enseñanzas y consejos que hacen de su partida una especie de homenaje constante.

Doña Ana María fue una gran mujer, y una excelente maestra. Dejó atrás fieles admiradoras como quien escribe estas líneas, que la recordarán y aprenderán de ella aún después de su partida.

martes, 18 de marzo de 2008

State Sale

El concepto de un "state sale" no lo había entendido hasta este fin de semana. Es muy común que se hagan ventas de garage o "garage sales" para deshacerse de algunas cosas que han estado guardadas por mucho tiempo y que les pueden servir a otras personas. El state sale, también conocido como "moving sale" es un fenómeno al que nunca habíamos visto hasta este sábado.

El que realmente vio cómo funciona fue el Seba. Manejaba mientras se encontró un rótulo que decía "state sale". Luego de analizarlo un poco, decidió entrar para saciar su curiosidad. Le bastaron pocos minutos para darse cuenta que prácticamente todo lo que estaba en esa casa lo vendían a precio simbólico. Desde cristalería fina, electrodomésticos, muebles, antigüedades, cuadros, teléfonos, aparatos eléctricos... todo: vendían la casa entera.

Este evento se hace cuando una persona se muda de casa y no puede llevarse todo lo acumulado durante años, o cuando el dueño de una casa fallece y sus pertenencias son repartidas de esa forma. Otras veces se hace cuando una pareja se divorcia y no se pueden poner de acuerdo en quién se queda con qué.

Sea como fuere, Seba encontró una casa llena de vida y recuerdos de las personas que vivieron allí. Se llevó también varias sorpresas al observar entre la venta, equipo de buceo, de ski, libros de reingeniería, edredones antiguos y una casa desmoronando sus recuerdos entre cada uno de los visitantes.

Nosotros también nos quedamos con un pedacito de la casa. Sorprendententemente el dueño era un aficionado a los fenómenos ópticos (como Sebastián) y tenía varias curiosidades. Había construido tres bases para telescopios, incluyendo una con motores sincrónicos para simular el movimiento de la tierra y de esa forma, mantener el telescopio con mira directa en la estrella u objeto observado. Habían por lo menos 3 lentes de Barlow y más de 25 filtros ópticos, junto con un telescopio pequeño que seguramente le servía de apuntador. Encontró también un espejo hecho por el dueño con una distancia focal f/10 (lo que significa muchísimas horas de trabajo invertidas), y por si fuera poco, encontró una montura ecuatorial, que permite mover el telescopio con ángulos y latitudes para encontrar las estrellas fácilmente.

Sebas siguió el rótulo y como un pirata que encuentra un valioso mapa, la dirección lo llevó a encontrarse un gran tesoro óptico. Cuando preguntó sorprendido cuánto costaba todo eso, empezando por la montura ecuatorial, la persona que atendía le dijo que se lo llevara todo por $15. Más que un regalo. Habían muchísimos años de trabajo y de esfuerzo invertidos. Había una afición entera de más de 30 años que sin querer se nos fue heredada por mínimos $15. El dueño había etiquetado cuidadosamente sus objetos con precios simbólicos, pero que en conjunto quizá llegaba a los $250. Seguramente era el final de la venta y decidieron "regalarle" los objetos a Seba para evitar dejarlos en la basura.

No sabemos quién es el dueño, pero por lo que cuenta Sebastián, su casa estaba llena de aventuras y conocimiento. Yo me pregunto qué le habría pasado para dejar tantas cosas atrás, me hubiera gustado conocerle o conversar con él, para saber un poco más de la historia de estos objetos. No sé si yo podría regalar así por así mis cosas. Quizá las hubiera donado a una universidad en Guatemala, o a un centro educativo para que se multiplique el conocimiento.

Estaremos pendientes de otra venta como esta, incluso si no encontramos nada para nosotros, siempre es interesante darse cuenta de todas las cosas que acumulamos durante la vida. Sin querer, este señor nos heredó su esfuerzo y conocimiento. Ahora nos toca a nosotros continuar su trabajo.

jueves, 6 de marzo de 2008

Entre burocracia y papeles


En estos dos meses he estado haciendo algunos trámites para un cambio de estado en mi visa. Voy a cambiarme a visa de estudiante. El papeleo lo inicié el 28 de enero y aún me queda mucho por esperar.

Me junté con la burocracia gringa, que nada tiene qué envidiarle a la burocracia guatemalteca. Pasan las mismas cosas. Las personas se tardan en revisar la papelería, piden papeles que no estaban en ninguna lista, se contradicen unos con otros y encima si hay algún documento en español hay que pagar una traducción jurada que oscila en $45-50 por página traducida. En verdad me asombra darme cuenta que aunque sean países distintos, la burocracia es la misma.

Al principio tenía la esperanza de que todo saliera mucho más rápido, pero sólo el análisis de los papeles se demora 3 o 4 meses, eso sin tomar en cuenta cuánto más se ha demorado ya en juntar la papelería. Me han enviado de una oficina a otra, pidiéndome una carta por aquí y un certificado por allá. Entre las horas de oficina, y los correos no leídos me tardé un tres semanas en tener todo listo. Si hubiera dependido de mí hubiera tenido la papelería lista en menos de una semana... pero lo frustrante de estos trámites es que muchas cosas no dependen de uno.

Bueno, será lo que tiene que ser, si no funciona, pues no funcionó. Quiero poner todo de mi parte y esperar al otro lado la respuesta. Si la respuesta no es favorable, pues por suerte tengo otras opciones enfrente.

Igual he estado revisando el correo frecuentemente esperando un recibo. Con ese recibo puedo avanzar. Mientras tanto estoy en pausa pues el recibo no llega aún. Así que de nuevo la espera, y de nuevo depender de otras personas para seguir adelante. Todo está fuera de mi control, así que no puedo hacer mayor cosa.

Cualquiera pensaría que los trámites aquí son más fáciles, o rápidos. Lamento desilusionarles, pues con tanta ley y norma que hay en este país, todo se ha hecho más difícil y lento. Sobretodo después del "gran" atentado del 9/11.

Bueno a mí no me queda otra que seguir las normas y esperar... y esperar... y esperar