viernes, 30 de mayo de 2008

Acampando (II): Padre Island

Las cosas estaban listas, el equipaje en el auto, faltaba regar las plantas y entrarlas al departamento (para evitar sol directo y evaporación del agua), meter el telescopio al carro y subir las bicicletas a la parte de atrás del auto. Sebastián y yo parecíamos hormigas trabajadoras que iban y venían cargando comida y equipaje de un lado a otro. Mientras tanto ya eran las 8:45 de la mañana y aún no salíamos.

Luego de probar distintas (10 por lo menos) formas de acomodar las bicicletas al auto para evitar que se soltaran en el camino y de asegurarlas lo más posible, estábamos listos para partir. Con mapa de Texas en mano, brújula y GPS era imposible perderse, así que decidimos irnos por rutas distintas a las usuales evitando las autopistas gigantescas de la región.

A las 2 horas de recorrido ya habíamos dejado Houston y Sugar Land atrás y por alguna razón hicimos un repaso de lo que llevábamos por si habíamos olvidado algo importante. Mentalmente Sebastián armó el telescopio y con horror comprobó que faltaba la pieza más esencial de la base. Se había quedado cerca de la puerta esperando a ser guardada en el carro. En vano el telescopio estaba recostado en los asientos traseros. Sin la base no podíamos rotar el telescopio ni ver las estrellas. Por un momento consideramos volver (aunque ya habían pasado 2 horas de camino). La ausencia de edificios y luz en Padre Island prometía una noche despejada e ideal para ver las estrellas. Sin embargo, nos resignamos a no usar el telescopio y seguir adelante, nos consolamos en pensar que no va a ser el único viaje, sino el inicio de muchos más y continuamos el trayecto.

Llegando a Corpus Christi nos acordamos de la estufa portátil que habíamos comprado, a la cual no tenía todavía ni gasolina ni etanol para encenderla, sino alcohol isopropílico (previamente probado en el garage la noche anterior). Así que nuestro afán por conseguir una "combustión más eficiente" nos motivó a recorrer Corpus Christi (a base de google maps y GPS) para encontrar un Home Depot donde vendieran Etanol. La búsqueda no fue exitosa porque en vez de etanol encontramos un solvente de "alcohol destilado" que luego descubrimos que era metanol.

Por fin nos acercábamos al camino de la isla y los carros empezaban a acumularse frente a nosotros en línea recta. De Corpus Christi a Padre Island hay una gran autopista (no puente, autopista) que conecta la isla con Texas atravesando gran parte del mar. Nos sorprendió ver tantos autos adelante y al mismo tiempo empezábamos a imaginar una playa llenísima de gente y con mínimos espacios para recorrer. Mientras avanzávamos, con alivio comprobamos que la mayoría de carros se desviaba hacia los clubs o casas vacacionales que se encontraban al inicio de la isla y no iban al parque.

Llegando al parque nos dieron indicaciones sobre las tortugas que anidaban a la orilla y de los animales que viven en el área. Además nos aconsejaron que fuéramos al centro de visitantes para que nos indicaran un lugar dónde acampar y nosotros fielmente seguimos las instrucciones.

El lugar donde se encontraba el centro de visitas estaba repleto, había una entrada hacia la playa, mesas de picnic, baños, duchas y las personas que no deseaban acampar sino pasar el día llegaban allí. Para nuestra sorpresa el centro de visitas estaba cerrado. Nos lanzamos a la aventura a buscar un lugar dónde acampar con el mapa que nos dieron. Deseábamos un lugar aislado y tranquilo. La posibilidad más cercana quedaba al sur de la isla donde no había nada, es decir ni lugares destinados, ni electricidad, ni agua, ni baños: nada. Las instrucciones decían que podíamos acampar entre el camino y las dunas, que no se permitía manejar después de las 9:30 y que recomendaban un carro 4x4 por el terreno arenoso.

Comprobamos que el 90% de las personas llevaban un pickup o un jeep 4x4 y un 20% instalaba un "RV" o casas rodantes, el 80% utilizaba carpas con toldos y demás. Acampar se transformaba en una forma de vida. Incluso había un grupo de personas que instaló una ducha portátil junto a su casa rodante (la cual por supuesto tenía aire acondicionado y un generador para la luz). Era una exhibición de distintas carpas, toldos, sillas, sombrillas de un lado y de otro.

Nosotros huyendo de la aglomeración avanzábamos lo más que podíamos hacia el sur, siguiendo un carro pequeño que nos indicaba la posibilidad de manejar en el terreno. Llegamos hasta un rótulo que indicaba una prohibición para autos sin doble tracción y nos estacionamos a 50 metros de allí y 50 metros de nuestros vecinos más cercanos. Una bruma de humedad cubría la playa y el viento soplaba fuerte, con restos de arena y sal, sensación que duró toda la noche.

Ambos pensamos lo mismo aunque no lo dijimos: no era lo que esperábamos, pero valía la pena la aventura.
(cont..)

martes, 27 de mayo de 2008

Acampando (I)

Dado que el lunes se celebró "Memorial Day" y hubo feriado, Seba y yo decidimos salir de Houston en busca de un lugar lo suficientemente lejos e interesante para acampar y salir de la rutina.

Luego de considerar las opciones (Sonora, Padre Island, Brazos Bend, Guadalupe River) decidimos manejar hacia el sur de Texas y dirigirnos hacia Padre Island, que prometía ser interesante y relajante.

Habíamos hecho el plan para salir el viernes por la tarde, incluso Seba salió antes en el trabajo para partir pronto y estar en Corpus Christi (a media hora de la isla) a las 8pm. Hacían falta algunas cositas, y mientras elaborábamos una lista mental de lo que nos hacía falta (sacos de dormir y comida, por ejemplo) nos dimos cuenta que el tiempo iba avanzando rápidamente y para no correr ni manejar de noche (está oscureciendo a las 8:30) optamos por dirigirnos a comprar lo necesario, empacar y dejar todo listo para salir al día siguiente a las 6 de la mañana.

De la gran lista de lugares posibles para comprar implementos de "camping" nos decidimos por Academy que tiene un gran espacio dedicado a deportes, pesca, caza (por supuesto) y camping. Hay que considerar que el lunes iba a haber feriado que se traduce en fin de semana de ofertas, así que los rótulos de "compre! compre!" estaban en todos lados.

Entramos a la tienda decididos a mantenernos firmes a lo que íbamos: 2 sacos de dormir, una estufa portátil y ya. Fue imposible. Conforme avanzábamos veíamos nuevas "necesidades", como por ejemplo llantas de montaña para mi bicicleta para poder andar en la arena, una brújula, una cajita con utensilios plegables para cocinar, un encendedor, una hielera, los dos sacos de dormir, y al llegar a las estufas llegó más indecisión. La más barata era de gas propano que no nos convencía por los riesgos de mantener un tanque de gas comprimido en el auto caliente, luego había una que podía ser utilizada con gasolina o incluso alcohol etílico, u otro tipo de alcohol. Escogimos esa que, por ser la última nos hacían 50% de descuento y como no tenía tapa nos descontaron $4 más (correspondientes al precio de la tapa).

Al ir avanzando en los pasillos veíamos las distintas cosas que se venden para acampar que nos parecían demasiado exageradas, por ejemplo licuadoras portátiles, tostadores de pan, huevos deshidratados con tocino, refrigeradores portátiles, equipo de aire acondicionado operado con baterías...eso y más para tener las comodidades de una casa al acampar. En el viaje comprobamos que ese es uno de los estilos de acampar de aquí.

Cuando íbamos de salida nos imaginamos la playa con aguas cristalinas y tranquilas del Océano Atlántico y enfrente había unas ofertas de equipo para hacer snorkelling (buceo de superficie) en oferta. Quizá fue al revés vimos equipo para hacer snorkelling y nos imaginamos el agua cristalina y tranquila para observar, así que compramos dos sets.

Al salir nos dimos cuenta que, para variar, compramos más de lo que teníamos en mente y que aún nos faltaba comprar comida para el viaje y empacar. Nos apuramos y fuimos al supermercado donde repetimos casi la misma experiencia. Compramos fruta, sopas, pasta, pollo cocido (venden el pollo listo para calentar sin necesidad de refrigeración) y mucha agua y jugos.

Volvimos al apartamento a empacar y recordar que hacía falta meter en el carro el telescopio y las bicicletas para estar listos al día siguiente. Metimos el agua al congelador y algunas cosas en el refri para que se conservaran un día más. Antes de dormir nos percatamos que ya casi eran las 12 de la noche, definitivamente no habríamos salido a tiempo. Pusimos el reloj a las 6:30 (dándonos cuenta que íbamos a salir más tarde de lo previsto) y dormimos.

Al día siguiente sonó el despertador y luego de varios minutos de ocio, empezamos a bajar cosas al carro y a iniciar el recorrido. Nos esperaba un fin de semana en Padre Island...

viernes, 16 de mayo de 2008

Tendencias

Con el barril de petróleo a US$127 y subiendo es imposible no darse cuenta de el impacto que ha causado en la vida cotidiana, sobre todo en un estado como Texas donde tener una camioneta 4x4, un "SUV" o un pickup con rendimientos mínimos es símbolo de "identidad estatal". Me parece intersante cómo ahora que el precio de la gasolina sigue (y seguirá) subiendo, las compañías de automóviles se empeñan por vender y los consumidores empiezan a comportarse de forma distinta, estarán empiezando a ahorrar?

En Clear Lake (donde vivimos) hay varios buses de acercamiento hacia downtown, y la parada de buses tiene un gran estacionamiento. Las personas que toman el bus llegan en carro, lo estacionan y luego toman el bus para ir al centro (lo encuentro tan divertido: llegar en carro para subirse a un bus...). Desde que el galón de gasolina llegó a $3.50 (ahora está a $3.80) el estacionamiento de el "park n' ride" (como se llama la estación de buses) está más lleno, lo cual se convierte en gente que está empezando a utilizar más el transporte público.

Sin embargo las autopistas continúan repletas y se siguen viendo pickups gigantescos con doble eje atrás, SUV's enormes o vehículos como los Hummer que no deberían ser usados para uso urbano. No obstante, la tendencia empieza a ser visible: están disminuyendo poco a poco.
Ahora se empiezan a ver más carros híbridos o compactos en las calles, incluso vimos un carro eléctrico cerca de aquí con la matrícula "NO COST" que presumía de su vehículo sin uso alguno de combustible. Así también hemos visto gente en bicicleta yendo para sus trabajos y más uso del carril "HOV" (high occupancy vehicle) para vehículos con dos o más personas, el cual antes se observaba casi siempre vacío.

El aumento en los precios de la gasolina ha causado también un incremento exorbitante de anuncios de carros con lemas como "mejor rendimiento", "gasolina gratis por tres meses", "más millas por galón", "sea ambientalista", "nuevo híbrido" y demás anzuelos para comprar. Es impresionante que en cada pausa comercial por lo menos 2 o 3 compañías de automóviles se anuncian con un promedio de 30 segundos por anuncio inyectando una nueva "moda" en el consumidor Houstoniano, la de los autos compactos.

Antes anunciaban pickups como el Toyota Tundra, el Chevy Silverado ol la Ford F150 donde el protagonista del comercial cargaba toneladas de peso en pikcup para demostrar su capacidad y usaban frases como "resistente" "fuerte" "grande" "el orgullo de Texas". Ahora, las mismas compañías están vendiendo los mismos pickups pero con otro lema: "más rendimiento por galón".

Me parece increíble que el fenómeno haya ocurrido tan rápido. Apenas hace un año hablaba yo de lo que era para los Tejanos tener un vehículo grande y en cuestión de meses se ha empezado a ver una nueva tendencia en los consumidores provocada por el alza en los precios del combustible. Cuántas teorías económicas se han probado con este comportamiento?

Siento que desde hace ya varios años entramos a una nueva era, una nueva fase para la humanidad, tan grande como la revolución industrial y en la que pasarán varios años para que nos adaptemos a las nuevas tecnologías y los nuevos estilos de vida. Mientras tanto, por el momento solo podemos ver las tendencias.

jueves, 8 de mayo de 2008

Los Doctores

Aprovechando las vacaciones del semestre, decidí ir al doctor (dermatólogo) a quitarme un lunar que se veía sospechoso. Antes había ido a una clínica privada a tratarme una infección, donde me recetaron antibiótico y demás, pero en la cita de ayer comprobé lo que me habían dicho ya muchas personas: los doctores aquí son MUUY diferentes.

Quizá estoy siendo muy crítica, o muy generalizadora, pero me parece que a los doctores aquí les falta algo, tal vez un poco más de dedicación a sus pacientes, no sé, más humanidad. Los dos doctores a los que he visitado se han pordado amables y cordiales, pero distantes, sin tomarse más de 15 minutos en la consulta. Preguntaron los síntomas, vieron mi historial familiar, hicieron preguntas de rutina y zaz!: la prescripción o la nueva cita. Es cierto, atienden a muchísimos pacientes en un día, y para que les rinda el tiempo deben atender lo más rápido posible. Pero yo me pregunto a cuántos pacientes les sabrán sus nombres? Probablemente a los que llegan con muchísima frecuencia.

Tal vez porque Guate tiene una especie de sensación a pueblo pequeño es que los doctores se toman más tiempo con sus pacientes, o quizá sea nuestra cultura la que nos hace ser más abiertos. Puede ser también que tuve "mala suerte" en encontrarme doctores aquí que son de rutina diaria, no sé, como dije antes quizá estoy generalizando demasiado, pero esperaba más.

Con tanta tecnología (la última en algunas especialidades) y tanto dinero (porque no precisamente cobran barato) un doctor debería tomarse el tiempo de conversar un poco, preguntar el nombre, u ocupación para no dar la sensación de que somos un número más en la lista, un paciente "n" de los tantos que pasan por sus clínicas y que llenan sus bolsillos contínuamente, porque para qué negarlo? Ser doctor se ha convertido en un buen negocio.

Me acordé de la obra de teatro de Margaret Edson "Wit" (ganadora del Pulitzer por drama en el 99), o de la película con Emma Thomson basada en la misma obra, donde narran parte del a experiencia de Edson al trabajar en un hospital y donde muestran a unos doctores lejanos y fríos, más interesados en utilizar a la protagonista como fuente de investigación que en verla como un ser humano.

Quizá estoy siendo exagerada al comparar los doctores con esa obra de teatro, pero si no hubiera sido por la enfermera, que me preguntó un poco sobre mi vida, habría pasado sin decir ni siquiera mi nombre al doctor y en limitarme a decir información relevante con el caso a tratar. Tal vez en eso consiste el "profesionalismo" o el ser eficiente al atender, quizá pueda incluso ser el miedo a ser demandado por tal o cual cosa, no lo sé. Lo que sé es que mi experiencia con estos doctores ha sido distinta, y me ha dejado un sabor insípido e insulso.

El próximo lunes tengo cita con el dentista y ya veremos qué tal me va...

miércoles, 7 de mayo de 2008

Generación Y

Leyendo en ElPaís me encontré con la historia de una chica cubana Yoani Sánchez que desde Cuba escribe (con los sacrificios y problemas respectivos) un Blog llamado "Generación Y" el cual se ha ganado el premio "Ortega y Gasset 2008" en la categoría de periodismo digital.

Como era de esperarse, a Yoani no la dejaron salir de Cuba para recibir el galardón a España, aunque su blog ha llegado a tantas personas que también se le nombró como una de las 100 personas más influyentes del 2008 de acuerdo con la revista TIME.

Mi curiosidad por conocer lo que escribe me llevó a un Blog, que en este caso, narra una realidad distinta a la que muchos de nosotros estamos acostumbrados. Entre los posts encontré historias de cómo armó su propia computadora con partes usadas y de cómo utilizando lenguaje html programa y escribe su blog para luego ingresar a algún café internet y así poder publicarlo en la red, entre muchas historias más.

Ahora cuenta con una traducción al alemán y al inglés, y en cada entrada se observan hasta 2,000 comentarios que las personas postean y discuten, cual foro público cubano. Yoani, filóloga de profesión, narra con sus historias la situación política y social de los cubanos desde su punto de vista y refuerza la atención sobre Cuba y los medios de comunicación.

En lo personal me impresionó la influencia que una persona puede tener en el mundo utilizando un medio como este. Me hizo pensar en cuántas horas de trabajo ha de representar su blog y cómo utilizando palabras puede llegar a tantísimas personas. Viviendo en el país opuesto a Cuba, me doy cuenta que es necesario un espacio como este para contrastar la realidad y darse cuenta que el mundo está conectado aunque sea por medios virtuales.