jueves, 31 de diciembre de 2009

Navidad Austriaca

Entre viajes, tertulias, mazapán y chocolates se acercó la navidad. Por suerte, las maletas estaban ya en nuestras manoes y los regalos que habíamos comprado para todos llegaron intactos.

El período navideño en Austria empieza el 6 de diciembre cuando San Nicolás llega a la casa de los niños llevando regalos, dulces y frutas a quienes se han portado bien durante el año. Lo interesante es ver que San Nicolás lleva un atuendo papal con alba, estola, mitra y báculo. Realmente parece un santo benévolo que vela y premia a los niños que se han esforzado durante todo un año. Por otro lado, San Nicolás también va acompañado de dos demonios quienes les llaman Krampus, que con su atuendo aterrador y demónico les dicen a los niños que se portaron mal que se los pueden llevar al infierno. Incluso algunos llevan canastas "exclusivas" para niños mal portados. El contraste de San Nicolás con los Krampus es extremadamente opuesto, siendo el primero de un ser beatificado y el segundo de un ser demoníaco, para los niños ha de ser una experiencia más impresionante todavía.

La llegada de San Nicolás marca el inicio de la época navideña, que se caracteriza por mercados navideños, adornos y conciertos con música de la época. Los árboles navideños no se colocan dentro las casas sino hasta el 24 de diciembre, mientras tanto, en las calles se observan pinabetes (sin adornar) para que el público pueda escoger tranquilamente y llevárselo a su casa mientras llega el 24.

Algo interesante que difiere completamente de la cultura norteamericana es, por supuesto, la forma de consumir. En Austria todas las tiendas cierran a las 5pm, algunas "extienden" las horas hasta las 6pm, pero el 23 de diciembre ya casi todo está cerrado y continúa así hasta el 26, y como en este caso el 26 fue domingo, los lugares de consumo cerraron sus puertas hasta el 27. No por eso la gente deja de comprar regalos navideños, se acostumbran los regalos, pero no es el "culto al consumismo" como lo es aquí.

El 24 de diciembre las familias se reúnen usualmente por la tarde para esperar la llegada del ángel, quien trae los regalos. Por la a los niños se les pide que salgan a jugar o que estén en otra habitación, mientras en las casas se enciende el árbol navideño (previamente colocado en un lugar especial dentro de la casa). A los árboles navideños se les colocan adornos donde caben velas pequeñas, que se encienden sólo el día de navidad. Se hace sonar una campanita que les indica a los niños que el ángel ha llegado con los regalos.

La familia se junga alrededor del árbol ya encendido. Se hace una pequeña oración, y se cantan canciones. Luego de eso, se reparten los regalos. Para mí fue interesante repartir los regalos a las 6 de la tarde, pues siempre he estado acostumbrada a repartirlos media noche. A las 7pm la familia se despedía y nosotros nos quedamos para preparar la cena. Sebas y Nico daban sugerencias de cómo se prepara mejor el lomo y el pavo, mientras Berni y yo conversábamos tranquilamente en la sala de estar. Esperamos a un amigo y cenamos a las 10. A media noche, nuestros respectivos abrazos para recibir el 25 de madrugada acompañados de las deliciosas galletas Austriacas y café.

El 25 intenté despertarme a las 7am para llamar a Guate y desarles a todos muy feliz navidad, pero no lo logré. Noches de desvelos anteriores me llevaron a un sueño profundo, donde no escuché el despertador. A la mañana siguiente partíamos a Vienna, donde encontramos otra ciudad excepcional, pese a tener muchas puertas cerradas debido a la celebración navideña...

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viernes, 25 de diciembre de 2009

Hacia Graz (Austria P.6)

Intentamos despertarnos temprano para aprovechar el día. Por ser invierno, la noche empieza a ser vista a las 4 de la tarde y si queremos aprovechar a caminar de día tenemos que levantarnos temprano. De todas formas nuestros esfuerzos fueron vanos. Luego de desayunar y conversar en la mesa salimos a las 10 am. Dos horas después de lo previsto. Las noches de tertulias no nos han estado haciendo bien.

Tomamos el carro y nos dirigimos a la autopista A2 que va rumbo a Graz. En el camino, casas de adera con techo de dos aguas nos acompañan. Las chimeneas encendidas y los alpes nmajestuosos todavía nevados están al fondo y una atmósfera más "calurosa" (2ºC) nos da la bienvenida. El cielo despejado y la nieve todavía en el suelo se derrite poco a poco.

Llegando a Graz lo primero que llamó mi atención es el gran estacionamiento para bicicletas. En general, las calles de Graz son angostas y existen muchas calles peatonales, lo que hace que varias personas se movilicen perfectamente en bicicleta. Lo increíble del centro de Graz es ver el contraste de los edificios antiguos con lo moderno de sus interiores. La forma como han conservado los edificios y han logrado adaptar a las necesidades actuales, es fabuloso.

El tranvía pasa por antiguas líneas de tren, las vitrinas son adaptadas de los marco de ventanas antiguas, los pasajes peatonales de ahora fueron usados en su tiempo con carruajes, en general la sociedad creció alrededor de sus edificios, sin destruirlos. No es inusual ver puertas del siglo XV, o edificios del siglo XVI con vitrinas de esta época. Es un contraste increíble.

Luego de caminar por las calles pudimos observar claramente el Schloßberg (que significa castillo montaña). Sin dudarlo, nos dirigimos hacia allá subiendo por rampas y escalones anchos, pues las escaleras normales estaban cerradas debido al invierno. En el camino nos rodeaban árboles de Tilo y algunas especies de robles. Fue increíble llegar a la punta y observar desde allí toda la ciudad. Más increíble fue aún darnos cuenta que arrendaban dos departamentos en lo que antes fue parte del castillo y había gente viviendo allí que tenía esta vista constantemente.

Encontramos un pozo turco antiguo, de aproximadamente 100m de altura y nos preguntábamos admirados cómo habrían hecho para construirlo. El reloj de la torre funcionaba exactamente y los jardines estaban cubiertos con ramas de pino, que protegían las flores sin dañar la estética visual. Cerca de la torre hay dos cafés y un restaurante, que invitan a turistas y comensales a disfrutar de la maravillosa vista acompañados de la comida de la temporada. Nosotros decidimos no comer allí sino bajar a continuar el recorrido.

Al retornar de Schloßberg nos encontramos con el mausoleo del emperador Ferdinand II y Maria Anna de Bavaria, opulento y majestuoso, como era de esperarse. Subimos al campanario, donde las campanas todavía se escuchan cada hora. Desde allí observamos de nuevo la belleza de la ciudad, los techos rojizos y la tranquilidad con que se veía Graz acompañada del invierno.

Al salir nos encontramos con una pastelería austriaca (EDEGGER), que ha mantenido abiertas sus puertas desde 1569. Nuestra naturaleza sibarita nos llamó hacia allá y por supuesto probamos los deliciosos pasteles que ofrecían sus adentros. No puedo explicar lo delicioso que fue ese Strudel porque la mezcla de estar sentada en una pastelería centenaria, en una ciudad tan fascinante fue la atmósfera perfecta para disfrutar las delicias de la región.

Con el estómago lleno seguimos caminando y caminando, hasta que sin querer la noche nos daba la bienvenida. La caminata nos llevó a la plaza pasando antes por varios callejones adornados con motivos navideños, pero de forma discreta y elegante. La gente, como en Leoben, se juntaba alrededor de la plaza a tomar vino caliente en compañía de galletas o wafles.

Finalizamos la noche en compañía de violines, que a lo lejos tocaban "noche de paz". Caminamos hacia donde habíamos estacionado el auto y emprendimos el viaje de regreso, no sin antes dar último vistazo a Graz y maravillarnos de su belleza.

La navidad era al día siguiente y pronto nos daríamos cuenta las diferencias culturales al celebrarla...

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La llamada esperada: llegan las maletas (Austria P.4)

El fin de semana lo pasamos en Leoben, conociendo la ciudad, cenando en casa con los amigos de Nico y Berni y probando distintos sabores en cuanto a comida y bebidas. No podíamos salir de la región, pues temíamos estar fuera cuando llegaran a devolvernos el equipaje. Igual, cada día llamábamos sin esperanzas a las aerolíneas respectivas responsables de nuestro vuelo.

En Continental Airlines nos atendió un señor con acento mexicano, no muy amable que se rehusaba a buscar información de nuestras maletas ya que la última conexión la habíamos hecho vía "Austrian Airlines". Al portarnos tan pesados como él, accedió a buscar información y decirnos que "no tenía idea dónde estaban las maletas", que llamáramos más tarde.

Al llamar más tarde nos atendió una chica (también de acento mexicano) que confundía "Austria" con "Australia" y nos decía que Continental no tenía nada qué ver en el extravío de las maletas. Nos decía que Continental Airlines no era la responsable de encontrarlas y que llamáramos a Austrian Airlines o Air France...

Cuando llamamos a Air France, nos atendió un señor en medio de disculpas y amabilidad (contrario al estigma Francés) diciéndonos más información pero sin ser concreto. Lo único que él sabía era que las maletas estaban en París. La tormenta de nieve les hizo llevarlas a otro lugar y "pronto" nos llamarían de Austrian Airlines para avisarnos que llegarían a nuestro destino, y de nuevo se desvivía en disculpas.

Cada día llamábamos a Austrian Airlines preguntando por las maletas. Realmente fueron las persnas más amables de todas las aerolíneas. Incluso sugirieron que como no aparecían las maletas, nos relajáramos y tomáramos Glühwein en el mercado navideño. Nos ofrecieron 100% de reembolso en cosas de primera necesidad, y 50% en la ropa que compráramos. Nos aseguraron que nos llamarían en cuanto supieran algo, pues las maletas las estaban clasificando una a una manualmente.

Así que día a día cuando sonaba el teléfono, todos decíamos: "por favor que sea la aerolínea, que sea la aerolínea, que sea la aerolínea". En vano esperamos el fin de semana. Y tuvimos que comprar ropa de emergencia para pasar el frío y poder cambiarnos de ropa.

Por fin, el lunes por la noche llegó la llamada esperada. Las maletas las enviaban de Vienna a Graz y llegarían a Leoben en 1 hora y media. Contentísimos y entusiasmados llegamos a la casa, a esperar al taxi que llegaba con nuestro equipaje. Cuando sonó el timbre fue el sonido más esperado de todo el tiempo. Como no se acostumbra a dar propina, le llevamos un chocolate al conductor como agradecimiento, y por supuesto Nicolás traducía nuestras palabras agradeciendo la llegada de nuestras maletas.

Por fin podíamos cambiarnos de ropa, usar la ropa que habíamos comprado para resistir la nieve, para sobrellevar el frío sin usar la misma ropa una y otra vez. Pero lo más importante: por fin podíamos planear qué hacer con el resto del viaje. Ahora podíamos planear hacia adelante y decidir si salir del país o recorrer las ciudades más importantes de Austria.

Los regalos de navidad que habíamos comprado llegaban intactos, luego de desempacar y darnos cuenta que todo estaba completo, nos envolvió una tranquilidad increíble. Quizá fue que nos empezábamos a acostumbrar al horario, o la seguridad de saber que nuestras cosas llegaban bien, pero fue la primera vez que ambos dormíamos tranquilamente.

Al día siguiente, planeamos un viaje rumbo a Graz y nos preparábamos para la época navideña.
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Vivir sustentablemente (Austria P5)

En estos tres años me ha tocado que observar muchos contrastes en estilos de vida de las persons. En Guatemala por ejemplo, la gente reusa los recursos no por conciencia ecológica, sino porque siempre hay alguien más necesitado que puede vivir con lo que otra persona deshecha. Nunca he visto yo que alguien "tire a la basura" un televisor, o un monitor de computador, mucho menos sillas de bebés, carruajes o muebles de sala. Usualmente hay personas que están más que dispuestas a reusar esos recursos, y se mantiene un equilibrio, digamos dinámico en ese sentido.

Contrariamente en Houston se vive un ambiente de vastedad exagerada, como si hubieran recursos infinitos y todos tenemos el "derecho" de usarlos desmesuradamente. Yo creo que he visto desde zapatos nuevos, hasta muebles de cocina, pasando por televisores, carruajes, refrigeradoras, y libros en la basura. Igual a veces hay gente que los "reusa", pero no a la velocidad con la que se deshechan.

Los desechos sólidos son otra categoría. La gente consume algo, lo deja en el refrigerador, y luego de una semana, si no está consumido, se tira al basurero. Incluso nosotros (por dejadez) hemos botado residuos sólidos con todo y el contenedor plástico, para evitar que esporas micóticas invadan el apartamento. Pero el consumo de bienes comestibles aquí es exagerado, y los desechos se depositan completamente revueltos sin reciclar.

Una de las cosas que más me llamaron la atención de Austria es el hecho de ver una sociedad que vive sustetnablemente. Todas las personas reciclan. El papel, el aluminio, el plástico, las baterías incluso las cenizas de la chimenea tienen un destino asignado en el reciclaje. En las calles se observan basureros con tres colores, para que las personas si están consumiendo una botella plástica, la dejen en el basurero adecuado y de la misma forma lo hagan con aluminio u orgánicos.

La gente prefiere caminar o usar el transporte público antes de usar el auto. Por supuesto el hecho que la gasolina cueste $8.00 el galón es otro gran incentivo, pero en general la ciudad está diseñada para andar en bicicleta. En Graz, por ejemplo, hay grandes estacionamientos para las bicicletas, y espacios en los buses y transvías para ellas. De hecho, hay tanta gente en bicicleta que en Viena la gente paga medio pasaje por la bicicleta en el metro. Me pareció fascinante.

Al mismo tiempo, manejar por las carreteras y darme cuenta que cualquier casa tiene páneles solares o un molino de viento cerca es reconfortante. Ver que en las cafeterías usan tazas cerámicas en vez de deshechables, o que en

Al ver una sociedad como la de Austria, donde consumen moderadamente, y viven sustentablemente me da esperanzas, que el mundo algún día llegue a balancearse y no exista tanta diferencia. Me encantó darme cuenta que con educación y disciplina, un país puede vivir utilizando los recursos adecuandamente. Ojalá los demás países emulemos este ejemplo.

El mercado navideño (Austria P.3)

Una de las tradiciones en Austria (y en varios lugares de Europa) son los mercados navideños. Las plazas se cubren de kioskos de madera donde están a la venta dulces, chocolates, adornos navideños, embutidos, velas, imágenes navideñas en madera, árboles navieños y por supuesto, no puede faltar el famoso "glühwein".

El Glühwein es una tradición muy antigüa en Europa que nació del hecho que el vino usualmente se descomponía rápidamente, entonces antes de que esto sucediera, las personas le agregaban distintos condimentos, como clavo, vainilla, cítricos y azúcar para consumirlo caliente. El vino que probamos en el mercado navideño estaba delicioso, y venía bien con el frío de la estación.

Una de las cosas interesantes de esta región es la forma como han logrado sobrellevar el clima frío. Nosotros, obedeciendo la tradición, salimos a las calles de Leoben con -10ºC bien abrigados, pero lamentando todavía no tener todos los implementos necesarios que venían en nuestro equipaje.

Nos acercamos a un kiosco familiar, donde los tenderos ofrecían el vino en tazas de cerámica (para las que se daba un depósito previo de 1€). Las personas que bebían el vino estaban de pie, en mesas improvisadas en la plaza, riendo y conversando. Lo encontramos fantástico, pues estaba nevando y cualquiera diría que no era un ambiente ideal para salir. Fue increíble ver a tanta gente (incluyendo niños) en la calle caminando como si fuera primavera. De fondo nos acompañaba un coro juvenil, que cantaba excelentemente la música navideña tradicional.

Las personas aprovechan estos mercados navideños para comprar implementos para hacer su propio vino caliente en casa, para adornar el árbol navideño (que no se adorna, sino hasta el 24 de diciembre) o para conseguir algún regalito interesante a los amigos y las familias al llegar de visita.

Los mercados navideños están abiertos al público hasta altas horas de la madrugada, y le dan la bienvenida a la época pre-navideña. A nosotros, nos dio la bienvenida a un país de ensueño al que cada vez le descubriríamos más sorpresas.

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sábado, 19 de diciembre de 2009

Sin maletas (Austra P.2)

Llegamos a París luego de un viaje de 9 horas. Yo, para variar dormí muy poco. Niños llorando, turbulencias en el aire y mi incapacidad para dormir sentada me lo impidieron. Teníamos una hora y treinta minutos para hacer la conexión y pasar por aduana y creímos que era suficiente.

En la aduana ningún problema, después de hacer la cola respectiva, la oficial nos atendió, nos selló el pasaporte dijo "merci" y listo. Ninguna pregunta, nada de toma de huellas, o fotos, o direcciones o contactos, nada. Fue un alivio comparado con la experiencia estadounidense.

Luego, Sebas se preguntaba si el atraso en vuelo iba a repercutir en nuestro equipaje. Teníamos una hora para hacer la conexión y algo nos dijo que bajáramos a revisar el equipaje a la banda transportadora para cerciorarnos que las maletas las habían enviado hacia Austria (como nos habían dicho una y otra vez) y no directo en París. Cuando estábamos frente a la banda número cinco avisaron por altoparlante que las maletas llegaban retrasadas 30 minutos debido a la tormenta de nieve. Mala señal.

Como no sabíamos en dónde quedaba la terminal 2 o cuánto tiempo nos demorábamos en llegar hasta allá decidimos (aunque Sebas no muy convencido) a no cerciorarnos de nada sino salir en búsqueda de la terminal 2. Luego de preguntar y tomar el tren, llegamos al ala de Air France que nos decía que el vuelo lo iban a retrasar 1 hora debido a la nieve.

Hay que admitir que el vuelo estuvo fantástico! Incluso en un vuelo de 2 horas nos dieron un almuerzo de pasta con salmón, pan baguette, ensalada y un postre de manzana. Té o café más una bebida. Yo al estar acostumbrada a las aerolíneas estadounidenses que cada vez dan menos alimentos en los vuelos, lo encontré increíble. El aterrizaje excelente. Desde el cielo veíamos los alpes nevados y las casas de madera como un cuento de hadas.

Al bajar del avión y esperar las maletas, no nos sorprendimos cuando después de esperar media hora las maletas no aparecían. Frustrados nos dirigimos (junto a 15 personas más del mismo vuelo) a la oficina del aeropuerto austriaco a reportar el extravío. Nos atendieron muy amablemente entregándonos unos "kits" con utensilios de primera necesidad y una promesa de que las maletas llegarían "pronto", pero no tenían idea dónde se encontraban.

Desmotivados salíamos del área internacional con lo puesto y un equpaje de mano con abrigos, gorros y guantes, pues sabíamos que la temperatura en Vienna iba a estar a -14ºC. Avanzamos a la puerta de salida y nos encontramos con Nico y Berni, quienes nos recibían con una sonrisa y muchos abrazos. Por un momento las maletas se nos olvidaron y empezamos una nueva aventura.

Emocionados caminamos hacia el auto que Berni manejaba para llevarnos a Leoben, una ciudad a 170km de Vienna. Sin maletas ni ropa qué ponernos salimos del aeropuerto, aunque ambos teníamos en mente una sóla cosa: disfrutar al máximo este viaje!

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jueves, 17 de diciembre de 2009

Una nueva aventura: Austria (parte 1)

Ahora sentada en el Aeropuerto Internacional de Houston, todo parece mentira. El viaje a Austria se concretó finalmente. Parece que hace unas horas atrás nos decidíamos a comprar los pasajes. Todo pasó tan rápido. Ni siquiera nos dio tiempo a prepararnos, a investigar, a hacer un recorrido, un panorama: nada. Nos aventuramos completamente.

Por supuesto Nico el hermano de Sebas, nos había invitado varias veces y aprovechando su estadía en Austria, decidimos comprar los pasajes. Luego de eso, semanas de intenso trabajo nos bombardeaban impidiéndonos pensar, emocionarnos y disfrutar la preparación para el viaje. Vinieron y fueron noches de desvelo constantes, acompañados de dolores de espalda, resfríos, alergias, e inicio de síndrome de túnel carpeano. Al final estábamos deseando con ansias este descanso.

Hicimos las maletas a última hora, pero consideramos todos los escenarios de frío posibes. Incluso, compramos botas de nieve y pantalones térmicos, pues nos preparábamos para temperaturas por debajo de cero grados celcius. Planeamos llegar al aeropuerto temprano, para evitar contratiempos. Dos horas antes de la hora de embarque entrábanmos al área internacional y nos dirigimos a nuestra puerta.

Después de dos horas de espera, anunciaban que el vuelo iba a llegar con retraso. En vez de salir a las 3:25 iba a salir a las 4:30. Hicimos la cuenta y llegamos a la conclusión que nos daba tiempo de hacer la conexión en París. Luego, anunciaban que el vuelo salía a las 5:30... Ahora, dicen que el vuelo sale a las 6pm.

Mientras esperamos a que nos llamen, nos preguntamos, ¿Iremos a llegar con suficiente tiempo a París para pasar por aduana y hacer la conexión? Ya lo veremos...

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viernes, 13 de noviembre de 2009

las "tareas" del hogar


Una de las "desventajas" de vivir aquí en Houston es el hecho que la ayuda doméstica es carísima, así que cada quien hace sus propias cosas. La verdad, viniendo de una casa donde todo el tiempo hemos tenido empleada doméstica, las "tareas" del hogar realmente se vuelven "tareas" o "deberes" y quizá hasta "obligaciones".

No me molesta aspirar, lavar platos, ni mucho menos me molesta cocinar. Ahora, pónganme a planchar o a limpiar el inodoro y empieza la resistencia, empieza la rebeldía contra la ropa, contra el sistema, contra los productos de limpieza, contra el día, contra mi misma. Me justifico diciéndome que tengo que estudiar, que debería poner prioridades, que perfectamente podría salir a caminar, disfrutar de la mañana, o de la tarde, o de la noche.. salir con Seba, o leer un buen libro en vez de estar "afanada" planchando, pero al mismo tiempo veo una montaña de ropa acumulándose y creciendo ante mis ojos. Es como el mar, al que siempre hay que tenerle respeto. De repente me junto con una cantidad de ropa que me inundan como un tsunami de ropa arrugada que no puedo contener.

Planchar siempre me ha parecido una tortura, de alguna manera. Quizá sea por el peligro de la plancha caliente, la lentitud con que se hace, la monotonía, y la montaña de ropa que nunca termina. No encuentro un "momento adecuado" para hacerlo, no encuentro ni un minuto en el día donde diga: "hey, tengo tiempo, por qué no me pongo a planchar?" La única forma que he logrado planchar periódicamente es ponerlo como "agenda" del día y tomarlo como un quehacer más en la lista. Igual, me parece como un castigo, como si después de un día agotado y cansado me dijeran: "bueno Anabea, este es tu castigo por no esforzarte lo suficiente, ahora a PLANCHAR!"

En verdad creo que a Dante se le olvidó poner entre sus círculos uno dedicado exclusivamente a la tediosa tarea de planchar. La CIA debería utilizarlo como método interrogatorio, ya puedo imaginarlo: "Con que no se acuerda del nombre de esta persona eh?, qué tal unas 100 piezas más para planchar?"

Lo increíble, es que cuando he comentado mi "resistencia" a la plancha, mis amigos me han dicho que no es "tan" terrible. De hecho, tengo dos amigas que les encanta planchar!
Yo no podía creer lo que escuchaba. Me recomendaban planchar viendo tele"así no te das cuenta que estás planchando". Lo intenté insatisfactoriamente. Me quedé muchas veces perdida sin saber lo que ocurría en la tele, y con camisas a medio planchar, por intentar enfocarme en lo que estaba pasando.

Otra sugerencia que me dieron fue pagar. Llevar toda la ropa a la lavandería y que la planchen allí. Lo hice una vez y fue fantástico! Llevé 16 piezas a la lavandería y pedí que "sólo las plancharan". Dos días después, la ropa estaba lista, mágicamente colgadas y planchadas. Pensé que no podía ser mejor hasta que vi los resultados, desgraciadamente no me gustó cómo la dejaron. En Guatemala, definitivamente se plancha mejor en las lavanderías! Tampoco me gustó el precio...aunque a veces pienso, si aborresco tanto planchar, valdrá pagar los $15-20 semanales? Muchas veces me respondo que sí, otras veces me agarra la tacañería (o el sentido común, dirían otros) y digo, yo puedo hacerlo perfectamente, y el costo de oportunidad pasa por mi mente, pienso que con esos $15 perfectamentr podría comprarme algo y me resisto a pagar! Pero pasan las semanas y el tsunami de ropa se acerca cada vez más...

Quizá debería planchar una prenda al día... fijarme "objetivos cortos", no ver la montaña, ver unas cuantas piezas y enfocarme en ellas hasta acostumbrarme a la tediosa tarea y absorberla como parte de los quehaceres diarios. Por el momento estoy con la espalda al mar. Cierro la puerta con la montaña de ropa y desaparece "mágicamente" ante mis ojos, y es muy fácil olvidarme de ella.

Por eso doy gracias por tantas personas que se dedican a planchar. Tantas señoras en Guatemala o en otros países, que dedican horas de trabajo, de espaldas molidas, de dedos quemados a la aburrida tarea. Mis respetos para ellas, y para todas las demás personas que planchan con gusto. Aplausos y reverencias desde aquí, mándenme sus trucos!

jueves, 15 de octubre de 2009

Sintiendo música: Concierto U2 y Muse

La primera vez que escuché una canción de U2 tenía 9 años. Recuerdo cómo los sonidos me parecían distintos y a pesar de tener tan poca edad, podía apreciar perfectamente la armonía de su música. Me volví una fan instantánea.

Las canciones de sus discos fueron acompañándome a lo largo de los años, provocando recuerdos asociados con distintas canciones y fases de mi vida. U2 ha sido uno de los grupos musicales que ha permanecido en mí como un viejo amigo fiel y constante. Era un sueño de toda mi vida asistir a un concierto y quién iba a imaginarse que este año iba a cumplirlo!

Cuando me enteré que U2 venía a Houston estuve pendiente de la fecha en que estaban a la venta las entradas, pero por esperar un día, los mejores asientos se agotaron rápidamente y los precios de los demás, subian de forma increíble. Descepcionada y casi resignada a no asistir, me olvidé poco a poco del concierto. Fue hasta septiembre que la curiosidad me llevó a buscar de nuevo asientos y encontré unos relativamente baratos y relativamente bien ubicados. Los compré: así, casi sin titubear.

Revisaba el correo postal casi todos los días, esperando las entradas (que las pedí por correo para tener evidencia física que asistimos al concierto). Por fin llegaron y aún con el boleto en la mano no podía creerlo: se cumplía mi sueño!

La semana del concierto fue una semana agitada, llena de eventos y mucho movimiento, tanto así que no me dio tiempo de pensar en el concierto, de prepararme, de emocionarme anticipadamente. Sabía que íbamos a ir, pero realmente no me hacía completamente a la idea. Llegó el día y cuando íbamos manejando hacia el estadio empecé a darme cuenta que era real, estábamos en camino!

El concierto fue en el estadio de football americano de Houston, creo que es el estadio más grande de esta región, y poco a poco iba llenándose, aunque no por completo. Luego de buscar nuestros asientos y tomar las fotos respectivas empezó la banda de apertura: MUSE.

La verdad, había escuchado pocas canciones de Muse, no tantas para considerarme una fan, pero indudablemente estos chicos tienen muchísimo talento. Creo que fue la elección perfecta para completarla con U2. La mezcla de sonidos electrónicos, con su voz, con la influencia clara de elementos alternativos, clásicos y progresivos hacían un balance extraño, distinto pero agradable. Al finalizar su presentación nos dimos cuenta de lo bien que cantaban, de la buena elección de canciones, de lo emocionados que estábamos y ansiosos esperando el "gran evento".

Hubo una pausa para darle un toque de suspenso, y para preparar los últimos detalles de este enorme espectáculo. Las luces, las cámaras, el sonido, la producción por computadora, todo estaba siendo probado y prometía ser algo excepcional. El escenario simulaba una estación espacial, con pantallas en 360º, escaleras y pasarelas circulares. La ansiedad nos llenaba a todos y cuando tocaron la canción "Space Oddity" de David Bowie, todos sabíamos que era una señal para indicarnos que el concierto iba a iniciar. Me pareció fantástica la idea, pues dentro de la canción hay una cuenta atrás, y casaba perfectamente con el tema del escenario.

Las luces se apagaron y todo el público gritó: llegaba el momento. U2 aparecía desde la parte de atrás del escenario. Mi corazón se aceleraba con la música. El escenario todavía a oscuras iluminaba a Larry Mullen (el baterista) quien iniciaba la percución. Uno a uno fueron apareciendo The Edge y Adam Clayton cada uno incorporándose al sonido con sus guitarras. Por último llegó Bono, quien aparecía con energía y empezaba a cantar "Breathe", luego "Get on your boots" y "Magnificent". El concierto había empezdo!

Bono estaba allí, en el mismo estadio que yo, tocaba las canciones que había escuchado desde niña y todavía no lo podía creer! Cuando inició la canción "Mysterious ways" empezamos a cantar con todo! Luego, "Beautiful Day" y la emoción seguía subiendo!!! El escenario cambiaba de color, las luces eran fantásticas, los efectos de colores, de texturas, mezclándose armónicamente con las canciones, haciéndonos a todos parte del concierto.

Bono hizo una pausa para agradecer a Muse e introducir a la banda (que ya no debería tener introducción). Luego habló del escenario, de cómo gente de la NASA había contribuído a construirlo, a proveer imágenes desde la estación espacial internacional y agadeció públicamente a varias personas que trabajan en NASA. Alguien detrás nuestro conocía a las personas a quienes Bono nombraba, y no lo podía creer. Yo pensé en nuestros amigos que también trabajan en NASA, y me preguntaba si los conocían. Me pareció un buen gesto de Bono haberles agradecido, lo encontré emotivo, sobretodo cuando terminó diciendo: "Houston, we have no problem!".

Inmediatamente después, el sonido de una guitarra conocida, que durante tantos años la había escuchado y la canción "I still haven't found what I'm looking for" empezó a sonar. No pude más que gritar de emoción y cantar la canción como si fuera la última canción que iba a escuchar en mi vida, y fue allí cuando me pegó: estaba en el concierto de U2!. ¡Había cumplido mi sueño!. Pensé en cuántos de mis amigos querrían haber estado allí, pensé en Patty (mi hermana) que también le habría encantado el concierto y canté por ellos. Pronto me di cuenta que lloraba, que cantaba y lágrimas rodaban por mis mejillas sin poder contenerlas. Mi sueño se hacía realidad ante mis ojos, y yo no podía hacer más que disfrutarlo con todo! Absorbí los sonidos, el color, los olores, la textura todo lo que pude, para intentar recordar al máximo ese momento, y lloraba, lloraba de emoción, de alegría, de felicidad, de euforia, mientras cantaba a todo pulmón y bailaba al compas de la música. Bono dejaba que el público (como yo) cantáramos parte del coro, y todos obedecíamos haciéndonos parte de la canción. Fue un momento intenso y precioso!

Varias canciones más seguían sonando, "Stuck in a moment", "No line in the horizon", "Elevation"y nosotros gritábamos y saltábamos de emoción. Cuando inició la guitarra de "City of blinding lights" fue Seba el que cantó a todo pulmón, acompañado de memorias y recuerdos que toda buena canción evoca. El escenario cambiaba de color de una forma fascinante, los efectos de luz hacían parecer a U2 envueltos en un manto de luces que brillaban cual estrellas en el universo.

Por supuesto no podía haber un concierto de U2 sin el contexto político-social que le ha caracterizado. Después de varias canciones como "Vertigo" y "I'll go crazy if I don't go crazy tonight" llegó otra de mis favoritas: "Sunday bloody sunday". No la esperaba, no podía creer que estuviera escuchándola. Regresé a finales de los ochentas, al MTV de aquellos días donde ponían buena música, a las mañanas de sábado escuchando música y aprendiendo canciones. Luego Bono hizo una pausa para reflexionar sobre las injusticias político-sociales y habló de Aung San Suu Kyi, quien todavía está bajo arresto domiciliario por luchar por los derechos de Burma (Myanmar). Mientras Bono hablaba de ella unos 50 niños subían al escenario portando máscaras de papel con su rostro y la canción "Walk on" empezó a sonar.

Ya cuando creí que no iban a tocarla empezaron las guitarras y "One" que tanto había escuchado inició junto con miles de personas que como yo, cantábamos la letra que memorizamos por tanto tiempo. Cuando no podía ir mejor, empezó otra guitarra conocida y de nuevo me llené de lágrimas, la canción "where the streets have no name" sonaba con todo. Bono empezaba a quedarse afónico, pero cantó la canción con su alma, entregándose completamente al público.

Hubo una pequeña pausa y cuando regresó, bono usaba una chaqueta que emitía rayos laser rojos. La canción "with or without you" iniciaba el final del concierto y tonos rojos cubrían el escenario. Bono casi afónico seguía cantando con pasión y todo el público le acompañábamos como buenos fans. Para finalizar, Bono pidió al publico que encendieran sus celulares, formando una constelación de luces a lo largo del estadio. Fue increíble! Parecíamos rodeados de estrellas y la canción "Moment of Surrender" despedía a la banda.

El concierto llegó a su fin y nosotros no podíamos más que agradecer el haber poder estar allí, esuchando a U2, que durante tanos años nos llenó de su música y ahora nos invadía con su carisma. El concierto fue fantástico! Salimos llenos de energía y semi afónicos de tanto cantar. Indudablemente valió la pena el viaje, el tiempo, la espera, todo! Este concierto fue lo mejor!

Fue una noche para sentir la música, en donde fuimos parte de las canciones y las melodías. Otra noche memorable que quedará en la lista de futuros recuerdos.

domingo, 11 de octubre de 2009

La falta

Hace dos semanas Sebastián partió a Chile por doce días, y no pude acompañarle. Ambos estuvimos solos este período y comprobamos nuevamente el fenómeno de hacernos falta.

Es increíble cómo nos hemos acostumbrado tanto el uno al otro, que cuando uno de los dos no está, el mundo parece distinto completamente. Lo increíble fue darnos cuenta que los dos percibimos la misma sensación de estar incompletos.

En mi caso me quedé en el apartamento sola y me di cuenta lo grande que es. Las cosas más sencillas como cocinar, ver tele, navegar por internet tenían otro color y otro sabor. A pesar de vivir en una época llena de comunicación, la falta siempre se siente. No es lo mismo ir al supermercado y comprar para una persona que para dos, o para más. Los eventos cotidianos y triviales no tienen la misma sensasión, incluso después de comentarlos por skype horas después. Las rutinas diarias se rompieron completamente, dejando una rutina a medias, como una sinfonía de una sóla nota.

El fenómeno de "la falta" lo sentimos ambos por un período corto y aún conversando todos los días, fue increíble la manera en que llegamos a extrañarnos. Por supuesto, llegaron las reflexiones de lo fantástico que es estar juntos, lo doloroso que sería separarnos y de cómo cuántas personas pasan diariamente por dolorosas y súbitas separaciones.

Realmente creo que etapas como la nuestra de "faltas momentáneas", sirven para revalorarse y verse en el día a día como algo esencial y vital. Quizá llegue otra oportunidad donde estaremos de nuevo separados por períodos cortos, pero después de este viaje ambos nos propusimos hacer lo posible por viajar juntos y minimizar esos períodos de falta. Mientras tanto, estamos aprovechando de estos preciados momentos de "presencia" llenándolos de agradables futuros recuerdos.

viernes, 2 de octubre de 2009

Entre verano y otoño

Esta semana está empezando a cambiar el clima, los días se están haciendo más cortos y las noches un poquito más largas. Las mañanas ya no son tan soleadas y los pájaros están empezando a migrar lentamente. Las hojas empiezan a verse menos verdes y el cielo más azul debido al viento.

Un ambiente entre otoño y verano se respira todos los días y nuevamente compruebo que ésta es mi época favorita. No hay ni frío ni calor, ni viento helado ni humedad asfixiante. Son días casi perfectos, con un balance ideal entre lo cómodo y placentero. No hay tantos mosquitos ni tanta lluvia, pero igual las ranas todavía cantan. No hay tantas flores, pero todavía se ven algunas despidiéndose lentamente.

Me encanta ver pastar a los venados una hora antes, o ver a los armadillos salir más temprano, es increíble cómo saben ellos que una nueva temporada se acerca. Nosotros, tenemos que basarnos en relojes y estudios meteorológicos.

El verano se fue y empieza el otoño, aunque aquí en Houston no se llega a ver completamente. Los árboles no se cubren de colores rojizos o amarillos, pero el ambiente indudablemente cambia. A mí me encanta esta época y espero disfrutarla al máximo esta vez. Quiero caminar por las calles, andar en bicicleta, navegar en kayak mientras respiro este nuevo aire, esta nueva temporada admirando el cambio en la naturaleza. Ojalá pueda hacerlo todos los días.

domingo, 6 de septiembre de 2009

Noche de mapaches

Una de las grandes ventajas del sector donde vivimos es la amplia variedad de animales y vegetación que hay alrededor. No es raro manejar por la noche y observar una familia de venados pastando tranquilamente. Tampoco es inusual ver armadillos, mapaches o zarigüeyas buscando comida a las 10 de la noche. Los animales, de alguna forma han aprendido a no sentirse "tan" amenazados por los humanos, y pueden estar relativamente tranquilos en su ambiente natural. Aunque, por supuesto muchas veces se ven animalitos atropellados diariamente.

Nosotros hemos tenido la dicha de ver mapaches casi todas las noches, pues varias familias han aprendido a encontrar comida en las bolsas de basura que se llevan al contenedor general en un área del complejo de apartamentos. Así es como hemos interactuado con ellos, que a pesar de parecer salvajes, tienen un toque de nobleza y curiosidad que les hace ser tiernos, por lo menos para nosotros.

Una vez decidimos observarles más de cerca y verificar su curiosidad. Nos sentamos relativamente lejos de ellos, y les llamamos la atención con comida. Inmediatamente se asomaron tres y olfatearon desde donde estaban. Casi todos eran mapaches jóvenes, y luego constatamos que el mapache adulto nos miraba cuidadosamente desde un árbol cercano.

Poco a poco se fueron acercando los más valientes a verificar que lo que les habíamos dejado en el suelo era comida. Cuidadosamente la palpaban con la mano, para luego acercárcela a la boca y comer con ansias. Los más dominantes se acercaban unos pasos a nosotros, y retrocedían a su lugar a comer. Los más tímidos esperaban y observaban el comportamiento de los demás mientras daban pasitos sigilosos a un lado y otro sin atreverse a acercarse todavía.

Luego de un rato, y de varias rondas de comida, los dos mapaches dominantes por fin se acercaron a olfatearnos (ha sido lo más cerca que he estado de un mapache). Nos veían con curiosidad, y palpaban nuestros zapatos y ropa. Después de eso, los demás mapaches se acercaron tranquilamente a comer, como si les hubieran dicho que estaban fuera de peligro. Estuvimos rodeados de 6 o 7 mapaches jóvenes, mientras comían tranquilamente. A unos pasos vimos una sombra de un mapache más grande que se acercaba desde atrás. El señor mapache había bajado del árbol a cuidar a los más chicos.

Él también buscaba comida pero se mostraba más desconfiado de nosotros que los jóvenes y le demoró más tiempo acercarse, mientras los demás le observaban detrás. Al distinguir que Sebastián llevaba la comida en una bolsa, empezó a jalonearla pidiendo más cantidad. La bolsa se iba vaciando, y todos comían con tranquilidad en orden de jerarquía. En cuanto el adulto se percató que ya no había más comida, les dio una reprimenda a los demás con un resoplido casi inaudito y todos se fueron inmediatamente. Luego de medio minuto, el adulto por fin se fue, cuidando que ninguno de los mapaches jóvenes se acercara.

Nos pareció increíble cómo se comportaron estos animalitos, obedeciendo y aprendiendo de los adultos. Su curiosidad es vasta, lo que seguramente les ha traído problemas y beneficios. Aprenden muy rápido y usan su agudo sentido del tacto para identificar los objetos. Para nosotros fue algo fantástco, pues nunca habíamos estado tan cerca de ellos.

Quizá otra noche podamos observarlos de nuevo y ésta vez nos tengan más confianza. Lo increíble es que estén allí, a unos pasos de nosotros, reciclando residuos orgánicos y animando el paisaje. Es indudable que hasta de los mapaches se puede aprender.

miércoles, 29 de julio de 2009

Mudanzas

Nunca imaginé que mudarse de un apartamento a otro iba a ser así de difícil, de repente nos encontramos dentro de un mar de cajas que se movían en una marea profunda y se acumulaban rápidamente en los pasillos llenando espacios de un lado y vaciando ambientes del otro.

Mi visión de nuestras pertenencias estaba errada. Yo creí que no habíamos acumulado "tanto" en estos dos años y medio de estar aquí, pero al ver que se llenaban una y otra vez las cajas no podía sino asombrarme mientras veía cómo poco a poco iba desapareciendo nuestro estilo en las paredes, dejando espacios abiertos y nostálgicos. Lo que una vez llamamos "casa", iba desapareciendo ante nuestros ojos, convirtiéndose poco a poco en una cáscara vacía.

La mudanza la empezamos con tiempo, o por lo menos eso creíamos. El garage, que representaba la parte más desafiante parecía una tarea interminable. Decidimos aprovechar a deshacernos de lo que no necesitábamos y guardar realmente las cosas que nos podían ser útiles. Ese proceso nos tomó más tiempo de lo que creíamos, muchas cosas "servían" y había que revisarlas una por una. En el proceso trasladábamos las pertenencias útiles al nuevo garage como hormigas trabajadoras de un lado a otro. Finalmente el garage nuevo parecía tener una cuarta parte del viejo, entre estantes y cajas también pareceía estar más ordenado.

Mientras tanto, el apartamento viejo estaba casi igual, apenas algunos muebles y algunas cajas estaban empacadas y el tiempo avanzaba para decirnos que se acercaba el día final de la mudanza. Llegó el jueves y no teníamos nada empacado completamente, casi todo estaba a medias, cajas medio abiertas, medio cerradas, muebles a medio desarmar, cojines de un lado y de otro, tornillos que iban y venían, y nosotros con un día más para dejarlo todo listo, al paso que íbamos sabíamos que no cumplíamos con la fecha límte.

De repente, Hillary una amiga, pasó a visitarnos y ofrecernos su pickup para llevar algunas cosas, y cuando se dio cuenta de cómo no habíamos avanzado nada, decidió ayudarnos por la mañana y por la noche llamó a dos amigos más (Tim y Vivian) como refuerzos. Yo, mientras tanto tenía que irme a la universiddad y dejé todo a medio empacar.

Dos horas más tarde, volví a darme cuenta que casi todo estaba empacado, por suerte Tim y Vivian (con más experiencia que nosotros en las mudanzas) nos habían ayudado muchísimo a mover cajas, muebles y empacar cosas de un lado a otro. Lo que estaba lleno de un lado aparecía vacío y el progreso se veía visualmente. Yo agradecí mil veces la ayuda, pues a nuestro ritmo nada habríamos avanzado.

Así, poco a poco el nuevo apartamento se llenaba con las pertenencias y el viejo se vaciaba una y otra vez. Autos iban y venían cargados de cajas, todos caminábamos con carga, casi sin hablarnos haciendo el trabajo para terminarlo esa noche. Unas horas más tarde, el apartamento estaba realmente vacío y sólo quedaba limpiarlo y aspirarlo para poder entregarlo al día siguiente.

Exhaustos, y sin armar la cama todavía, dormimos en el suelo, como lo hicimos hace ya casi tres años, pero ahora con nuestra vida acumulada en múltiples cajas. Al día siguiente empezamos la ardua tarea de buscar nuestras cosas y colocarlas de nuevo en "su lugar". Es extraño, pero poco a poco hemos ido acostumbrándonos al nuevo apartamento, con nuevo aire, nuevo espacio y nueva vista... aunque todo igual.

Son extrañas las mudanzas, pero regeneran. Nos hacen tomar lo nuevo y deshacernos de lo viejo, mientras se valoran las pertenencias y lo que hemos acumulado en el tiempo.

lunes, 20 de julio de 2009

entre enfermos y pastillas

El jueves pasado acompañé a Sebas a la operación de las cuatro muelas cordales (terceras molares o muelas del juicio). El procedimiento duró aproximadamente una hora y media, y el cirujano maxilofacial optó por hacer la operación con anestesia general, algo que creímos que no era común, pero aparentemente aquí en Texas es de todos los días.

Uno de los pasos previos a la operación fue firmar un documento legal de exención de responsabilidad si algo ocurría. Este "algo" podría ser: "daño irreparable al nervio, "problemas con anestesia", "pérdida de sensibilidad", "infecciones severas", "daño a la mandíbula", "problemas irreversibles al masticar", etc. Realmente lo decía todo excepto muerte, que legalmente no pueden poner. Lo increíble es que Sebas tenía que firmar, es decir, si no firmaba la operación simplemente no existía, así que resignado y bastante (y cómo no?) asustado firmó el documento. Yo iba a firmar de testigo, pero lo hizo la secretaria del establecimiento.

Luego, salí a la sala de espera y él entró a la operación. Según cuenta, no sintió nada hasta que lo llevamos entre una enfermera y yo, al carro. La operación (gracias a Dios) fue un éxito, y lograron removerle las cuatro cordales sin ningún problema, aún la que estaba impactada contra el nervio que era la más riesgosa. El doctor me llamó luego de la operacón para contarme un bosquejo algo escueto de lo que habían hecho. Me explicó los medicamentos y la dieta que Sebas debía de seguir durante los siguientes días, y me dio la mano. En tres minutos me había "explicado" la operación, la dieta y las prescripciones. Nuevamente percibí esa sensación de impersonalidad que caracteriza a los profesionales de salud en este país.

Sebas salía sonriente y mareado del establecimiento, mientras una enfermera le asistía, dándome al mismo tiempo la lista de medicamentos prescritos. Nos fuimos directo a la farmacia. El doctor recomendaba analgésico (una pastilla cada cuatro o seis horas), antiinflamatorio (en conjunto con el analgésico), anti-náusea (por ser uno de los efectos secundarios del analgésico), antibiótico (una pastilla tres veces al día) y un enjuague bucal a base de clorhexidina (prescrito, por supuesto). En la farmacia también compramos una bolsa de hielo, jugo, y sopas para la dieta. La recuperación apenas empezaba.

El día pasó rápido, y el dolor aún no aparecía, aunque la hinchazón era evidente. Agradecimos la compra de las bolsas de hielo, pues aliviaba la hinchazón y la incomodidad. Almorzamos una sopa liviana de verduras y por la noche más sopa liviana y gelatina. Al día siguiente, el dolor todavía no era lo "suficiente" como para convencer a sebas que trabajara desde la casa, y se fue al trabajo, cual soldado de batalla, sin pensar en su reposo ni su dolor, obedeciendo la responsabilidad.

Pasado el medio día apareció en la casa un Sebi cansado, y con dolor punzante, decidido a trabajar desde la casa, pero tomando el analgésico prescrito: hidrocodona. Aquí en Estados Unidos, la hidrocodona es un analgésico fuerte, únicamente administrado con receta médica, y que ha estado "de moda" gracias a sus efectos eufóricos y estimulantes. La curiosidad por saber cómo iba a irle a Sebas con este analgésico nos llevó a observar sus efectos cuidadosamente, como si estuviera en un laboratorio de investigación.

El alivio fue inmediato, casi. El dolor desapareció y llegó la calma, que le ayudó a realizar las llamadas respectivas del trabajo sin la presión ni el estress que normalmente acompañaría. De allí, nada más... ni euforia, ni sensación de desprendimiento, ni sueño: nada. Cuatro horas más tarde, picazón en todo el cuerpo y por último hipo. Supimos que el medicamento había de dejado hacer efecto cuando el dolor empezaba de nuevo. Las pastillas cumplieron perfectamente el objetivo principal (evitar el dolor) pero no hacían mérito a tantos rumores de sobredosis de hidrocodona o de su uso como droga "recreacional".

Así fue avanzando la recuperación, entre antibióticos, sopas, gelatinas e hidrocodona. La hinchazón fue casi de un sólo lado, y el dolor, gracias al famoso analgésico ha aparecido por lapsos momentáneos. Tengo que admitir que al principio me mantenía reacia a utilizar tanta pastilla, pero aparentemente los resultados han sido favorables. Quizá por eso su mal uso... Quizá si Sebas no estuviera con dolor sentiría esa "euforia" de la que se habla.. no lo sabemos (ni lo sabremos). Lo que es cierto es que la recuperación es mejor estando en casa, con buena compañía, buena sopa y buenas pastillas :)

lunes, 13 de julio de 2009

recuerdos de Guate

Hace dos semanas visité de nuevo Guate y una mezcla de recuerdos, nostalgia y emoción me invaden cada vez que estoy de vuelta. Es indiscutible el hecho que me gusta estar de nuevo en mi país, visitar a mi familia, a mis amigos y los viejos lugares que me acogieron por tantos años.

Esta vez intenté dejar atrás pensamientos negativos sobre la violencia, la ignorancia y la pobreza que llenan la mente de cada guatemalteco que habla sobre el país. Intenté dedicarme a admirar lo bonito y positivo.

Así fue como me percaté de cómo han crecido los árboles desde la última vez que llegué, en pequeños fragmentos de tierra, agradecidos del sol y la lluvia, algunas veces cubiertos de flores de distintos colores. Me encantó despertarme con el canto de los pájaros y acostarme con el murmullo de los grillos. Aproveché la ocasión para observar los volcanes al atardecer, mientras degustaba una deliciosa taza de café recién molido.

Una de las cosas que más me llamó la atención es darme cuenta (de nuevo) de la constante amabilidad de la gente, la sonrisa y el contacto visual que caracteriza a los chapines. Un día, un guardia de seguridad me dijo: "disculpe la molestia, fíjese que las personas que vienen a este restaurante, normalmente se estacionan en el estacionamiento de enfrente. Sería usted tan amable de mover su vehículo hacia allá, si me hace el favor?" Una oración tan grande para indicar una operación tan pequeña. Quizá en otros lugares me hubieran dicho "aquí es prohibido estacionar, muévase!" Yo lo encontré fantástico. La gente sonríe y es amable en todo momento.

Guatemala sigue teniendo un potencial magnífico. Está ubicado en un lugar privilegiado y tiene el clima ideal. Ni frío ni calor, ni viento helado seco, ni humedad calurosa asfixiante. Es el balance perfecto entre lo agradable y lo reconfortante. Hay suficientes recursos naturales para sobrevivir con energía eólica, solar o geotérmica, y suficiente suelo para hacer un país forestal o agricultor.

Es cierto que a veces da tristeza y hasta vergüenza darse cuenta de la corrupción, la violencia y la impunidad, y quizá yo hice oídos sordos de quienes me decían que en Guatemala ya no se puede vivir tranquilamente. Al contrario, yo pasé los días tranquila, me sentí segura en la calle y e intenté disfrutar de cada sonrisa y cada gesto de los chapines.

Tal vez porque mis recuerdos están llenos de reuniones familiares y amistosas, rodeada de sabores típicos y olores peculiares que disfruté tanto estar allá. Quizá haya sido el hecho de saber que la visita iba a durar unos cuantos días, o quizá haya sido una mezcla de buenas noticias, buena comida y buena compañía. Sea como fuere, ir a Guate me llena de recuerdos y me sumerge en un ambiente conocido y acogedor.

lunes, 15 de junio de 2009

cenando a lo etiopiano (DC parte V)

Luego de la impresionante visita al museo del aire y el espacio, decidimos salir a cenar a algún lugar interesante, distinto, que nos llenara de recuerdos y marcara una anécdota más en nuestra lista. Creo que no pudimos haber escogido mejor cuando decidimos ir hacia Georgetown.

Georgetown, merece un post por sí solo, siendo una de los primeros vecindarios construidos luego de la fundación de la ciudad. En medio de de casas antiguas y edificios históricos está mezclada una vida cosmopolita llena de restaurantes del mundo y tiendas de ropa, haciendo un contraste perfecto para cualquier sibarita amante de la historia, y atrayendo constantemente comensales y turistas que visitan el lugar.

Nosotros, caminamos de un lado a otro conociendo y observando la belleza del lugar. Tiene su encanto ver una casa construida en 1790 luego de la fundación de la ciudad. Pasamos por el antiguo mercado y la antigua oficina de correos, que los tienen aún conservados siguiendo su estilo y función original.

Como la noche avanzaba decidimos buscar un restaurante distinto y rico donde cenar. Así fue como luego de descartar dos restaurantes por lo llenos o convencionales, nos dirigimos a Zed's, un restaurante etiopiano.

Al entrar nos llamó la atención el número de personajes conocidos que han visitado este restaurante. En la entrada están fotos de Hillay Clinton, Mike Tyson, George and Barbara Bush, John Malcovich, Clint Eastwood y muchos más. Las fotos hicieron que entráramos con gusto, pensando que el lugar iba a ser increíble. Al entrar nos dimos cuenta que era un lugar pequeño, pero elegante. Decorado entre mantelería fina y candelabros antiguos. Nos atendió una mesera amable, quien preguntaba si deseábamos agua embotellada (italiana) mientras hojeábamos el menú.

No sabíamos qué siginificaban los platos, y todo parecía extraño, así que nos lanzamos a la aventura pidiendo un plato que incluía muestra de cada una de las especialidades con carne o pollo. Cuando nos lo llevaron nos dimos cuenta que no era nada de lo que nos esperábamos. El plato, grande, blanco que cubría la mitad de la mesa y dentro varias cucharadas de carne o pollo en trocitos con distintas salsas de colores en tonos cafés y verdes. No nos llevaron cubiertos, sino un "pan" etiopiano, que es una especie de panqueque fino hecho a base de harina y leche agria.

La combinación de sabores es algo que no puedo describir sin que se me revuelva el estómago. Los condimentos son demasiado fuertes, al primer bocado llegó una mezcla de especias indefinibles pero con un sabor pungente y para mí, desagradable. Entre los olores y sabores pude identificar chile, gengibre, clavo de olor, pimienta gorda, pimienta, comino y lo que más me pareció inapetente fue la mezcla de todo esto con el cardamomo.

Yo pasaba cada bocado con el agua mineral italiana que nos pusieron en la mesa, dando gracias por haber sido mineral carbonatada, pues lavaba el sabor con cada trago. Mientras tanto, Sebastián hacía el intento de mentalizarse y decir que no estaba tan mal. Me decía, "prueba éste Nabi que no está tan fuerte". Yo batallaba para comer, y quería intentar degustar los platos, pero me fue imposible. Sebastián por el contrario, no quería desperdiciar el plato y comía.

Después de haber comido lo suficiente, decidimos pedir la cuenta. La mesera llegó ofreciendo postre, que por supuesto declinamos y momentos después pagábamos la cena más extraña y desagradable (por lo menos para mí) que habíamos probado. Al salir pensábamos cuánto habríamos comido con lo que pagamos: una paella española y sangría, un asado argentino, una pasta italiana, un plato de mariscos, en fin.. muchos platos conocidos y ricos.

El dolor de estómago fue inevitable, y ambos dormimos fatal esa noche. Levantarse temprano al día siguiente para seguir recorriendo Washington ya no era una opción. Nos imaginamos una rica ensalada y jugos naturales al día siguiente y mientras nos preparábamos a dormir nos reíamos de nuestras aventuras, que por supuesto son dignas de ser contadas aquí. Definitivamente cumplimos el objetivo de comer algo distinto, pero esta vez quizá se nos pasó la mano.

lunes, 1 de junio de 2009

El Museo del Aire y el Espacio (DC parte IV)

El día empezó temprano, adelantándonos al gran recorrido. Sabíamos que nos esperaba uno de los museos más importantes del Instituto Smithsoniano: El Museo del Aire y el Espacio. Tomamos el metro en la línea azul y nos bajamos en la estación que dice "Smithsonian". Pasamos frente a cuatro museos antes de llegar a éste, siguiendo una pequeña muestra a escala del Sistema Solar. El Museo del Aire y el Espacio quedaba frente a "Saturno", y desde afuera no aparenta ser tan grande ni tener tantas cosas.

La primera exhibición que vimos se llama "los hallazgos del vuelo", una de las más de veinte galerías dedicadas al vuelo o al espacio. Se pierde la proporción al estar allí rodeada de tanta historia contada completamente alrededor de transportes aéreos. Al entrar nos recibió el Breitling Orbiter 3, que fue el primer globo que viajó alrededor del mundo en 19 días. Allí mismo estaba el "sputnick 1" (primer satélite de la unión soviética), "el Explorer 1" (primer satélite de Estados Unidos), yo no salía de mi asombro y aún había más, mucho más.

¿Cómo explicar el sentimiento de ver el cohete de Goddard? En el Space Center de Houston hay un modelo, pero en este museo estaba allí. Un monumento histórico del que partió toda la exploración espacial estaba allí ante mis ojos, y yo no podía más que asombrarme, y tomar fotos.
Más adelante el Geminis IV, el Apollo 11, el Viking Lander en la misma galería, completamente fascinante.

Con la primera galería quedé fascinada, y faltaban 20 más. ¿Qué hacer con tanta información, con tanta historia concentrada en tan poco espacio? No podíamos verlo todo, pero aún así intentamos.

La siguiente exhibición se llamaba "la competencia por el espacio" y narraba visualmente cómo Estados Unidos, y la Unión Soviética compitieron después de la Segunda Guerra Mundial no sólo en poner el primer hombre en la luna, sino en desarrollo de misiles y armas. Es impresionante cuánto desarrollo de tecnología ha tendio sus orígenes en la guerra y la destrucción.

Las exhibiciones se extendían y nuestra estadía con ellas, nos faltaba aún más. Adelante nos espareaba otra sorpresa, la exhibición llamada "vehículos de exploración lunar". Allí encontramos con el módulo lunar (real) de la misión Apollo 11, e impresionada vi lo fantástica de su construcción y de los materiales. Un vistazo al techo nos enseñaba el Lunar Orbiter y el Clementine y yo no salía de mi asombro, mietras a mi derecha y a mi izquierda aparecían más exhibiciones y salas.

No habíamos avanzado ni la cuarta parte y la información seguía llegando como una avalancha de tecnología e historia. Con mapa del museo en mano, decidimos optimizar el recorrido. Omitimos varias exhibiciones enfocadas los niños y nos acercamos al otra ala, exclusivamente dedicada a los aviones. A pesar de no saber tanto sobre aviones, es indudable la admiración que se siente por las personas que dedicaron toda su vida al desarrollo de tanta tecnología.

Durante todo el viaje comprobamos cuánto avanza la humanidad en 50 años. En este caso, el avance de las turbinas de aviones fue increíble, igual que el avance del movimiento de las alas o la propulsión aérea. En lugares como el museo del aire y el espacio pueden verse los inicios del vuelo y cómo ha ido avanzando poco a poco este medio de transporte hasta llegar a aviones completamente robotizados. Existe un espacio en el museo para mostrar aviones (miliares, por supuesto) controlados completamente por satélite, es fascinante!

La información seguía llegando mientras íbamos de un lado a otro, eran demasiadas emociones, demasiadas imágenes, demasiados conocimientos. Tuvimos que hacer una pausa a mitad del camino para no saturarnos. A la larga, dijimos, podemos volver a recorrer las otras salas más despacio.

Mientras comíamos un rico sandwich en la cafetería del museo, veíamos alrededor la tranquilidad del lugar. Escuchábamos algunos pajaritos que se escaparon de la seguridad para alimentarse con las miguitas en el piso. Así nos dimos cuenta de cuánto nos aceleramos pensando y observando tantas cosas y cómo nos faltaba tanto más, siendo apenas el segundo día de recorrido.

A mí me parecía que habíamos estado ya cuatro o cinco días, pues el tiempo pasaba demasiado lento con tanta información. A Sebastián le ocurría lo contrario, acelerándose a mil por hora entre pensamientos y teorías aerodinámicas, creyendo que los minutos eran segundos y no dándose cuenta que ya llevábamos tres horas en el museo observando apenas 4 exhibiciones.

Decidimos salir a descansar nuestra mente y cuando íbamos de salida vimos la exhibición de la segunda guerra mundial, y con la mirada ambos supimos que íbamos a entrar. Decidimos hacerlo "rápido", y al entrar de inmediato nos asombraron distintos aviones de la guerra. En ese instante no podía dejar de pensar en cuántas personas, como mi papá, pasarían horas viendo estos aviones perfectamente bien conservados. Sonreía al ver el Mustang P-51, mientras repetía la famosa frase de la película el Imperio del Sol "P-51 the Cadillac of the Sky!" No tenía idea de que días más tarde iba a verlo de nuevo junto con 100 aviones más en el Museo Udvar-Hazy, una experiencia más increíble todavía!

Al final nos obligamos a salir, pues ya estábamos poniendo menos atención a lo que veíamos, y podíamos entrar cuantas veces quisiéramos. Salimos del museo con la cabeza llena de imágenes y teorías. Encontramos un lugar dónde sentarnos y nos sentamos a descansar y procesar toda le información. Mientras descansábamos yo no podía dejar de pensar en lo que faltaba, en cuánto más íbamos a recorrer.

Dejamos para el día siguiente ir a otro museo, pues a pesar de ser apenas las 3 de la tarde no podíamos llenarnos más de información e historia, necesitábamos un descanso mental. Nos fuimos caminando y observando de nuevo el paisaje fascinante de Washington mezclando la historia con la actualidad. Así pensamos en ir por la noche a cenar a Georgetown a un restaurante "distinto", pensamos en buscar algo que no encontráramos en Houston. Nadie nos preparó par la velada de la noche, ¿cómo íbamos a saber que nuestra curiosidad por lo exótico era tan grande? No imaginamos que esa noche iba a definir nuestro amor por las ensaladas y comida liviana al día siguiente, ni mucho menos sabíamos que no íbamos a dormir bien gracias al dolor de estómago.... Definitivamente en Washington se encuentra de todo! Hasta comida de Etiopía

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El Instituto Smithsoniano (DC parte III)

El Instituto Smithsoniano tiene una historia fascinante. James Smithson , científico Británico dedicado al estudio de la química y los minerales, logró juntar una vasta fortuna que iba a ser heredada después de su muerte a su sobrino. Sin embargo, en su testamento indica que si su sobrino muriese sin dejar heredero, el dinero (de US$500,000 de entonces) debía ser donado a los Estados Unidos de América (a pesar de nunca haber conocido este país) para fundar el Instituto Smithsoniano dedicado a la "ampliación y difusión del conocimiento entre los hombres".

El testamento fue tomado muy en serio, y en 1846 el Congreso Estadounidense aprobó un acto constitutivo donde establece al Instituto Smithsoniano como una mezcla entre una asociación pública y privada. Desde entonces ha ido creciendo en conocimiento y exhibiciones hasta formar un gran complejo de museos con colecciones únicas y prestigiosas que le dan la vida cultural a Washington DC.

El libro de guía decía que el instituto Smithsoniano estaba incluído en el Mall Nacional, pero es hasta estar en el lugar donde se observa la gran dimensión de todo el instituto. Sin contar el Zoológico y el Udvar-Hazy (a donde fuimos más adelante) el Instituto abarca más de 15 museos, cada uno con sus respectivas alas y exhibiciones especiales. ¿por dónde empezar?

Era demasiada información, demasiados lugares a dónde ir. Hicimos una lista de lo que queríamos ver, y empezamos por el Museo del Aire y el Espacio. Mientras caminábamos hacia allá leíamos en el mapa e identificábamos cada uno de los museos que forma parte de este complejo.
Por ser una asociación semi-pública, en ningún museo o lugar del Instituto Smithsoniano se cobra la entrada, haciendo la visita más placentera, dejando más espacio a volver una y otra vez al mismo lugar, sin necesidad de ver todo en un sólo día o pagar $20 la entrada.

Me pareció fascinante la idea de "difundir el conocimiento entre los hombres". Me pregunto si Smithson se hubiera imaginado la dimensión de lo que pidió en su testamento.

Al final pensamos en entrar en la mañana al Museo del Aire y el Espacio, y por la tarde el Museo Nacional de Historia Natural, sin darnos cuenta de la dimensión de lo que estábamos pensando, fuimos demasiado ambiciosos.

martes, 26 de mayo de 2009

Los Monumentos (DC parte II)

A primera vista parece un parque lleno de árboles y vida silvestre; luego la vegetación se aparta y se ve el monumento a Abraham Lincoln de un lado y la punta del Capitolio al lado opuesto. La dimensión se pierde, pero en total son 1,000 acres.

Empezamos caminando hacia el Lincoln Memorial que se veía desde lejos como una especie de templo griego estilo dórico. Construido 60 años después de la muerte de Abraham Lincoln, el Lincoln Memorial hace realmente honor a este gran hombre.

La escultura fue realizada por Daniel Chester French, quien en un trozo de mármol logró plasmar la imponencia, autoridad y sabiduría de Abraham Lincoln. Se le ve sentado en una silla, cual rey en su trono, con el semblante pensativo y sereno, viendo siempre hacia el frente; la mano izquierda semi-cerrada, y el pie derecho adelante, casi como si fuera a incorporarse de un momento a otro para decir algo importante.

La escultura es de seis metros por seis metros y está puesta en un pedestal, lo que le dá más majestuosidad. Del lado derecho e izquierdo aparecen dos fragmentos de los dos discursos más importantes que dio Lincoln. Me pareció increíble cómo en dos escritos pudo Lincoln transmitir su preocupación por la esclavitud y sus ideales de libertad. Indudablemente merece tanto respeto y admiración, no sólo de los Estadounidenses, sino de todo aquel que avala por la justicia y la igualdad entre los seres humanos.

Caminamos rumbo oeste hacia el monumento a George Washington. Pasamos primero por la piscina reflectante que acoge a varias familias de patos, quienes aprovechan sus aguas para refrescarse del calor.

Luego, está el Memorial de la Segunda Guerra Mundial, que hace honor a todos los soldados Estadounidenses que lucharon en la segunda guerra. Está diseñada con 56 pilares en forma de semicírculo, en cada pilar una corona con los nombres de los 48 estados divididos en estados del Atlántico y Pacífico. En el centro una fuente circular con caídas de agua a todo el contorno.

Algo que me llamó muchísimo la atenció de este memorial fue la llamada "pared de la libertad" (freedom wall). Está cubierta con 4,048 estrellas de oro, representando cada estrella a cien soldados muertos durante la guerra. A cada lado de la pared hay dos caídas de agua con suficiente presión simulando el sonido de las batallas. Debajo de la pared una posa en silencio que simula la tranquilidad de la muerte y la tragedia de la guerra.

Anochecía cuando llegamos al Monumento a George Washington, y seguramente por eso el monumento parecía más solemne. Rodeado de banderas de estados unidos, el obelisco de 169 metros de altura se ha convertido en uno de los símbolos más importantes de Washington, DC. Hecho de granito, mármol y piedra arsénica este gran monumento se impone en el Mall Nacional haciendo homenaje al primer presidente estadounidense.

A pesar de no ser de Estados Unidos, nos dimos cuenta de lo que representan estos monumentos y de cómo los ideales estadounidenses de libertad y justicia fueron cuidadosamente pensados y elegidos por sus fundadores.

Caminábamos de regreso rodeados de grupos de estudiantes y turistas que visitaban el lugar, unos con mucho respeto y otros con mucha indiferencia. Mientras veíamos alejarse el monumento a Geroge Washington, pensábamos cuántas personas realmente entenderán el por qué de estos monumentos o el esfuerzo y visión de las personas que fundaron este país. Al mismo tiempo nos sentíamos dichosos de poder estar allí, y de lo que nos quedaba por delante en el resto del viaje.

Llegamos al metro con las imágenes todavía en la mente, y ansiosos nos preguntábamos qué íbamos a conocer mañana. Elegimos como destino siguiente los Museos del Instituto Smithsoniano. Teníamos un gran recorrido por delante, e intentamos abrir nuestra mente para absorber lo que venía. Sin embargo, a pesar de ver fotos y leer el contenido, nadie nos preparó para lo que venía: El Instituto Smithsoniano....

jueves, 14 de mayo de 2009

Washington DC parte 1


Washington, como muchos lugares, no se puede conocer en un par de días. Hay tanto qué ver y tantos lugares por recorrer que fácilmente puede una persona pasar meses sin llegar a visitar todos los rincones turísticos. Nosotros teníamos pendiente este viaje desde hace dos años y por fin lo concretamos.

Ésta a pesar de ser mi segunda visita, ha sido en la que más he conocido lugares y donde realmente me di cuenta de lo fascinate de esta ciudad. En mi primera visita, le dí un vistazo liviano y rápido, como hojeando un libro por primera vez, sin comprender realmente su contexto pero apreciando lo valioso de su contenido.

Nuestro recorrido empezó días antes, cuando compramos una guía turística leyendo y sumergiéndonos de antemano a donde íbamos a ir. Nos dimos cuenta de la dimensión de los lugares y de la intensidad de lo que íbamos a ver. Luego de leer y seleccionar los lugares a dónde ir, nos dimos cuenta que nuestras expectativas se resumían en tres palabras: El Mall Nacional, el Smithsonian y la Biblioteca del Congreso.

Sabíamos que esas tres palabras abarcaban demasiado y que íbamos a necesitar resumir más nuestro recorrido, pero a pesar de todo, creo que hicimoas lo posible por llenar nuestras expectativas, y como toda buena visita, las superamos.

En cuanto nos establecimos y dejamos las maletas, estábamos listos para empezar a caminar (preparados con botellas de agua y zapatos adecuados). Así nos dirigimos inmediatamente a ver los monumentos y homenajes a los grandes líderes y héroes Estadounidenses, es decir al Mall Nacional.

viernes, 13 de marzo de 2009

Los vecinos

Hemos comprobado en otras ocasiones que los vecinos son esenciales para formar un ambiente agradable a nuestro alrededor. Actualmente, vivimos en un complejo de apartamentos en donde el promedio de inquilinos se queda 1 año o menos y así es como hemos conocido a muchas personas y estilos de vida.

Nuestras experiencias con los vecinos han sido tantas, que decidí hacer un post para contar algunas historias, incluyendo la de anoche (que finalizó a las 12am).

Una de las primeras anécdotas que viene a mi mente, pasó hace año y medio cuando cocinábamos empanadas chilenas para llevar a una reunión al día siguiente. Empezamos la noche antes para ahorrarnos tiempo. Cuando cocinábamos las cebollas para preparar la carne (5 cebollas para ser exacta) se apagó la luz sólo en nuestro apartamento. Aquí en Estados Unidos es muy extraño que esto suceda y luego de pasar por las preguntas respectivas (pagamos tarde? hay sobrecarga? hubo daño en todo el complejo o sólo aquí?) Sebas salió con una linterna a verificar el contador general. La sorpresa llegó cuando vimos a nuestro vecino de enfrente desconectándonos el contador (acto penado por la ley) "por error", pues por falta de pago a él le habían desconectado la electricidad y estaba "intentando" reconectársela él mismo sin pagar la multa respectiva y desconectándonos a nosotros la electricidad en el intento. Fue una noche larga, pues luego de llamar a la compañía eléctrica (y arriesgar una multa), volvimos al apartamento que olió a cebolla durante una semana.

Otra anécdota sucedió mucho después, cuando nos dimos cuenta que nuestros vecinos dejaban su basura por la noche (en vez de hacerlo en la mañana, como está indicado) provocando que toda la calle y parte de la acera amaneciera llena de basura, pues los mapaches y algunos gatos llegaban por la noche atraídos por el olor, a buscar comida o simplemente a cureosear. El colmo fue una vez que no sólo la calle era un desastre, sino que usaron un pequeño jardín y un árbol como parte de su "basurero", cosa que por supuesto no nos agradó y que hizo a Sebas protestar poniendo un letrero y a mí quejarme con la Administración. En realidad lo que más me molestó (dejando a un lado la falta de respeto hacia la naturaleza) fue la poca consideración con las personas de mantenimiento, que tienen que tomarse tiempo de más para limpiar (incluso a veces con cloro) los restos de basura orgánica que dejan atrás estas personas, cuando todos deberíamos ser responsables de cada uno de nuestros actos, sean cuales sean.

Así es como hemos pasado por muchas experiencias con nuestros vecinos. Hemos tenido vecinos de todos tipos, desde vecinos que dejan en la "basura" televisores LCD nuevos de 21" o libros carísimos, hasta vecinos que dejan colillas de cigarros y latas de cerveza en las calles cual basurero clandestino. Por supuesto, no todo ha sido negativo, también hemos tenido muy buenos vecinos, de los que muchas veces hemos dependido en ocasiones de emergencia, o simplemente para juntarnos los viernes por las noches a conversar o jugar algún juego de mesa o cenar. Ahora está iniciando otra de las etapas donde estamos cambiando de vecinos, y pronto tendremos más historias qué contar, lo que me lleva a la historia de anoche.

Desde hace cinco días nos dimos cuenta que a las 11:30pm (y durante una hora exacta) nuestro vecino de al lado ponía música a un volumen suficientemente alto como para molestar nuestro sueño (o intento de sueño). El primer día pensamos que estaba celebrando algo, y lo dejamos pasar. El segundo, estábamos despiertos, así que no nos molestaron las canciones. Para entrar en contexto, tengo que mencionar que nuestro nuevo vecino es originario de la India, así que sus canciones no sólo nos eran completamente ajenas para nosotros, sino hasta cierto punto distantes y desagradables.

Cuando llegó el tercer día, nos dimos cuenta que si no hacíamos algo íbamos a escuchar una hora de música Hindi todas las noches; así que luego de tocar la pared varias veces (y en vano) Sebastián decidió ir a tocar su puerta y pedirle que le bajase volumen. Yo me quedé en la habitación escuchando de este lado cómo el volumen disminuía por completo, pero a la vuelta Sebas me contó que nuestro vecino no abrió la puerta, así que no supimos si la llamada de atención había sido escuchada o no sino hasta la noche siguiente.

Esta era la quinta noche sin dormir temprano y escuchando música Hindi (a las 11:45pm) decidimos ir a tocar (esta vez ambos) la puerta. Vimos asomarse una silueta tímida y asustadiza que, sorprendido de nuestra petición (de bajar volumen la música) dijo un simple "está bien, la apagaré" y cerró la puerta, acatando la orden cual soldado en escuadrón. La verdad, no fuimos pesados, y nuestra intención nunca fue la de pedirle que "dejara de escuchar" la música, sino pedíamos que le redujese el volumen. De cualquier forma la música desapareció por completo.

No sé qué mpresión se habrá llevado de nosotros, y tampoco sé cómo irá a ser nuestra futura relación con él o con los futuros vecinos por llegar. Viviendo en un país con tanta diversidad cultural es inevitable encontrarse con distintos estilos de vida, lo que también hace de esta experiencia algo enriquecedor. Yo solo espero poder seguir conociendo gente de distintas culturas, pues siempre se aprende algo nuevo.

jueves, 26 de febrero de 2009

El tiempo que pasa

Ya he dicho en otras ocasiones que el concepto del tiempo me intriga. Me parece increíble cómo hemos dividido el día y los años en horas, minutos, segundos que a pesar de ser intangibles forman una parte esencial de nuestras vidas. Yo como tantas personas, me he visto afectada por el paso del tiempo que hasta este blog ha sufrido las consecuencias.

El tiempo me ha hecho omitir anécdotas memorables como la visita de mi cuñada, Francisca y todaos los lugares y paseos hechos con ella. Así fue como omití el viaje a Austin y los paseso en bicicleta a lo largo del río Austin obser observando tortugas y patos, mientras los peatones caminaban o corrían en los senderos. Omití el paseo al Acorazado "Texas", que merece un post por sí solo en cuanto a su construcción, diseño e historia. Omití también la visita al Museo de Historia Natural, rodeados de fósiles, dinosaurios, y las dos impactantes exposiciones de "Body Worlds" y "The birth of Christianity" donde nos encontramos sumergidos entre la belleza y complejidad del diseño humano contrastados con la historia de los profetas y los evangelios en el inicio del cristianismo. El Super Bowl también quedó omitido, que a pesar de no ser fanática del football americano, me hizo recordar las semejanzas entre los seguidores de equipos deportivos. La visita al parque después de cuatro meses de estar cerrados debido a Ike, y la alegría de los gansos y patos al recibir comida, no la incluí tampoco. Así como también omití la experiencia en kayaks al atardecer.

El tiempo pasa, y pasa rápido, finaliza un mes y empieza otro. Es extraño, pero volver a la "rutina diaria" después de un mes de "vacaciones" y paseos me está costando. Ahora me sumergí en una atmósfera casi alejada de la computadora, con nuevas distracciones y quehaceres, dejando atrás escribir, que a pesar que me hace falta, no me es tan necesario. El tiempo avanza muy rápido y las balanzas diarias se mueven gracias a él. De hecho, en vez de estar escribiendo, debería estar cocinando, o leyendo algo de la U, u ordenando un poco el apartamento. Y la palabra balanza viene a mi mente de nuevo, y el tiempo viene por añadidura...

El tiempo... qué seríamos nosotros si no lo midiéramos? Podría estar escribiendo unos segundos, o un par de horas, y no podría disginguir entre uno u lo otro. Las experiencias podrían durar años y las pesadillas fracciones de segundos, volviéndolo todo una novela de HG Wells o de Julio Verne.

Lo increíble es darse cuenta, como dijo bien John Lennon, que "la vida es lo que pasa mientras estás ocupado haciendo otros planes". Y así como las horas están llenas de minutos y segundos, la vida está llena de experiencias que hay que aprovechar, sean cuales sean. Todas las personas necesitan ese balance entre las actividades diarias colocando un espacio para todo (amor, trabajo, salud, vida social.. etc). La gracia está en saber aprovechar cada minuto, pues al aprovechar los minutos se aprovecha la vida. El desafío está en darse cuenta de ello a tiempo.

domingo, 11 de enero de 2009

Los treintas

El día de hoy cumplí treinta años y todavía me cuesta creerlo. Repito en mi mente "tres décadas" mientras veo hacia atrás todo lo que he avanzado.

Hace treinta años se estrenaba la película "Rocky II", en la radio se escuchaba la canción de Gloria Gaynor "I will survive", y la UNESCO declaraba a la Antigua Guatemala como un patrimonio cultural a nivel mundial. Ahora estos acontecimientos se me hacen tan lejanos!

La edad es una medida extraña, proque muchas veces no representa realmente como nos sentimos o nos vemos. En mi mente, los treintas siempre estuvieron llenos de anuncios de cremas faciales, vitaminas, calcio y visitas al médico. Así es como me pregunto, tendré que empezar a buscar cremas reafirmantes o tomar más vitaminas con calcio, como lo dice mi tía? debería dormir más? hacer más ejercicio? comer más fruta? tomar más leche? debería ir al médico? al oculista? al dentista? al ginecólogo?

Luego empieza un ataque culutral, donde me digo ya han pasado treinta años y no he leído ni la mitad de los libros que me gustariá leer, no he aprendido francés, ni he conocido la biblioteca de Alexandría, todavía no he aprendo a tocar bien el piano, ni he escalado el Volcán de Pacaya, o el de Agua... Después empiezo a contrarrestar todo lo que he avanzado. A nivel personal me casé con un hombre excepcional al que quiero muchísimo, a nivel profesional alcancé una meta más graduándome de Maestría en la U de Houston y a nivel espiritual siento que estoy aprendiendo cada vez más.

Entonces, como decía hace dos años, la balanza se inclina siempre hacia lo fructuoso. Quizá la edad no significa mucho cuando la vemos en nivel de aprendizaje. Yo siento que este año, este cambio de 29 a 30, trajo consigo más madurez y más tranquilidad. Tal vez tengan razón mis amigas que dicen que los treintas son mejores que los veintes... quizá todo tiempo futuro es mejor!

Mientras tanto, agradezco enormemente las oportunidades y los obstáculos que me han ayudado a estar donde estoy.