miércoles, 10 de diciembre de 2008

Una noche blanca

El día de ayer, en las noticias habían anunciado que hoy (10 de Diciembre) entraba un frente frío a Houston, que iba a bajar la temperatura a los 2ºC y que posiblemente iba a llover. Así que nos preparamos para eso, tanto Sebastián como yo nos abrigamos lo suficiente desde la mañana e iniciamos nuestras respectivas jornadas un poco más abrigados.

El amanecer y la mayor parte de la mañana estuvo frío y gris, con vientos helados y lluvia liviana. Después, un silencio extraño se apoderó de la tarde. Ningún pájaro precedía el atardecer, y pocas nubes dejaban iluminar al sol. El cielo gris empezaba a tomar un color blanco claro, y una neblina leve se apoderaba de las calles.

Mi curiosidad por saber la temperatura actual me hizo retornar a los noticieros, mi sorpresa fue encontar algo inusual aquí en Houston: NIEVE. La emoción por saber si iba a caer en este sector me llevó a indagar más en los canales del tiempo por internet, que confirmaban la noticia. Sin embargo, se esperaba una nieve mezclada con lluvia que me hizo imaginar una jornada húmeda y fría con nieve que se diluía en el momento.

Pasando la tarde empezó a llover. Efectivamente a la hora pronosticada empezó a caer lluvia con pequeños fragmentos de nieve. Sebas me llamó para enseñármelos, porque sabía que yo nunca había visto nevar. Por estar mezclada con la lluvia, no se formaban copos grandes sino sólo cristales pequeños, pero aún así cubrió los carros con una fina película blanca.

Una hora más tarde la nieve caía en copos, como lo había visto tantas veces por la televisión. Abrimos el closet para buscar la ropa más abrigada, un gorro y guantes. Al salir, fue impresionante. Todo el ambiente se empezaba a cubrir de blanco con una rapidez extraordinaraia.

Era una noche blanca preciosa. Los árboles se estaban bañando con nieve, contrastando sus ramas y su tronco oscuro con la blancura alrededor. Los espacios verdes que usualmente lo cubren los pastos, ahora estaban completamente blancos, como si los cubriera un turrón frío. La nieve cubrió todo lo que estaba a su alrededor y fueron pocos los espacios verdes que se asomaban desde algunos rincones.

Nosotros, disfrutams de este fenómeno como niños y jugamos entre la nieve haciendo guerras y muñecos. La sensación de sentir los copos de nieve caer, mientras veíamos cómo cambiaba todo el ambiente alrededor fue increíble. Poderlo disfrutarlo juntos fue mejor todavía!

Para ser la primera nevada que presencio, fue una experiencia inolvidable. A pesar del frío y de todas las capas de ropa que tuve que ponerme, me fascinó la nieve!

1 comentario:

Luisa F.S.C. dijo...

jajaja espero que no te pase como lo del chiste del guatemalteco que se fue a una de las carolinas y hablaba de la nieve jajajajaja
bonita experiencia, pero no para tenerla todo el tiempo o por mucho tiempo (mi propia opinión claro!)
Saludos y les mando un abrazo de FELIZ NAVIDAD!!!