jueves, 29 de julio de 2010

sin dedo

Me parece extraño cómo los seres humanos nos acostumbramos rápidamente a todo. Quizá por eso nuestro éxito en la escala evolutiva. Sin embargo, también es asombroso cómo cada parte de nuestro cuerpo tiene un lugar importante en nuestra vida. En este momento, estoy sintiendo lo que es vivir sin un dedo, y es increíble cómo nos acostumbramos a vivir con todo "completo" y cuando algo tan "simple" como un dedo falta, la sensación de incapacidad aparece inevitablemente.

La razón por la que vivo "sin un dedo" ahora, es que me lo quebré hace dos semanas, y lo tengo inmobilizado. Por suerte fue la mano izquierda, así que no me he sentido tan "incapacitada", pero indudablemente hace falta. Cosas tan sencillas como lavarme el pelo por las mañanas, o escribir en el teclado se convierten en rituales donde tengo que asegurarme que mi dedo esté protegido sin mayor movimiento, provocando que las tareas sean más difíciles.

Tendré que esperar dos semanas para que el hueso "sane" y pueda recuperar movilidad. Mientras tanto, me quedará la incomodidad de vivir sin un dedo y por supuesto, el agradecer vivir siempre con buena salud y no ser incapacitada de ninguna forma.

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