lunes, 9 de julio de 2007

Space Center

Desde que vine a Houston quería ir a la NASA y lo tenía pendiente. Luego de siete meses por fin fui al Centro Espacial de Houston. Me fascinó! Es lo suficientemente entretenido para que puedan disfrutarlo tanto niños, jóvenes y adultos. Alquilamos los audífonos con las grabaciones donde ampliaban la información dada en las exhibiciones, realmente hizo la diferencia.

Iniciamos con una película bastante emotiva acerca de los viajes al espacio. Logra transmitir la emoción de estar en la luna, ese sentimiento de conquista y de logro al dar los primeros pasos. La frase "Houston el águila ha aterrizado" la había escuchado muchas veces. Sabía que le llamaban águila al módulo lunar, pero nunca había percibido esa sensación de realmente estar allí, de emocionarme junto con los astronautas al dar el primer paso en la luna. La frase de Armstrong "That's one small step for (a) man, one giant leap for mankind" sonó muchísimo mejor. Me preguntaba qué pensaría Newton, Nicolás Copérnico, o Galileo Galilei que tuvieron esa visión muchísimo antes que todos.

Después de la película pasamos a la exposición, empezamos observando los inicios de la propulsión con combustible líquido, el modelo lunar, el Géminis IV, cómo fue dar los primeros pasos en el espacio. Vimos el Mercurio y me di cuenta lo pequeño que era la cápsula, no había espacio para casi nada. Observamos el Apollo y aún treinta y ocho años después se ve asombroso. Los materiales, los controles, las ventanas, los asientos. Teníamos enfrente un pedazo grande de la historia. Definitivamente el llegar a la luna marcó una nueva época para la humanidad. Me sentí afortunada al poder estar dentro de un pequeño homenaje.

Caminamos por la exhibición y llegamos a un lugar reservado para la luna. Estaba el vehículo lunar montado en un escenario perfecto, con la representación de dos astronautas al lado. Casi podíamos imaginarnos cómo era. Yo incluso percibí el silencio y el frío, no sé si los demás. Me impactó el ver la tierra solitaria al fondo, reposando sobre un inmenso fondo negro.

Más adelante había una vitrina con restos de material lunar y todas los análisis que se han realizado con ellos. Incluso había un fragmento de la luna para que el público lo tocara. Yo, como todos, lo hice. Sonreí al imaginar que tocaba la "luna entera". Cruzando el pasillo había una pared animada y pintada con tiza (dirigida a niños) dando una explicación de cómo podríamos aprovechar el material lunar en el futuro. Me pareció fascinante tantas posibilidades de energía, de agua, de recuperación de recursos...

Inmediatamente después llegamos al Skylab que fue la primera estación espacial. Quedé sorprendida. Me la imaginaba más grande con más espacio. Fue reconfortante entrar y darme cuenta que las cosas en el espacio tienen otro sentido. Como aquellos ejercicios de algunos libros que sirven para ampliar un poco la visión de la mente. Había una ducha en sentido horizontal y una cocina en lo que podría llamarse una pared, con dos astronautas uno duchándose y el otro cocinando. Sin gravedad, por supuesto. Al fondo se veía un astronauta dando vueltas en posición circular, flotando sobre su propio eje. Fue distinto, me encantó.

Hay tantas cosas qué hacer en el Space Center de Houston que no alcanza un día. También hay mucha entretención para niños. Hay juegos educativos y todas las explicaciones en las salas están dirigidas a niños. El día se pasa rápido. Nosotros decidimos finalizar el nuestro yendo a un tour por un pequeño fragmento de la NASA, a conocer la sala de entrenamiento de los astronautas (con modelos exactos de la estación espacial) y justo cuando creí no estar más impresionada finalizamos con lo mejor: el Saturno V.

Realmente creo que el Saturno V ha sido una de las máquinas más impresionantes que la humanidad ha creado hasta la fecha. Con 113 metros de altura y con capacidad de 118,000 kilos (260,000 libras) el Saturno V se impone majestuosamente en una exhibición especial cerca del Space Center Houston. Los 5 motores de tipo F-1 son más grandes de lo que me imaginaba. La proporción con un ser humano es impresionante. Mientras recorría esa enorme sala me decía a mí misma: "lanzamos un edificio al espacio". Sintiéndome orgullosa de las personas involucradas en la investigación y el desarrollo. Me preguntaba cuántas pruebas, cuántos desvelos, cuántas frustraciones estaba representado ante mis ojos. Al final fue un éxito. La física funcionó.

Salí del Space Center pensando en volver después, de investigar un poco más acerca de los cohetes espaciales y volver con calma. Me hubiera gustado quedarme más tiempo observando esa foto de la tierra tomada desde la luna y cómo somos vistos desde otro punto de vista.
Cada vez que vuelo en avión me pongo a pensar en lo pequeño que somos, en que visto desde arriba las cosas pequeñas tienen menos sentido. Al ver las estrellas me sucede lo mismo. Recuerdo que formamos parte de un universo y que estamos en constante movimiento. Sólo puedo imaginar cómo ha de cambiar la imagen de la tierra para alguien que ha salido fuera de ella. Que puede darse cuenta con mayor claridad que no somos dueños del universo, aunque muchas veces actuamos como si lo fuéramos.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

SOLO PUEDO DECIR WOW! QUE SORPRENDENTE.

BC dijo...

si, hubiera podido seguir escribiendo sobre muchas cosas, pero ya de por sí el post me quedó largo.

lo mejor es que nos hicimos miembros por 1 año, así que seguro volveré!!!

:p

Silvia Pinones dijo...

Vivo en Monterrey, México, y tengo 4 hijos de edades muy distintas: 20, 17, 14 y 5... no estaba segura de si Houston podría ser la mejor alternativa para pasar las vacaciones de diciembre y ¿sabes qué? ¡me convenciste!