sábado, 26 de abril de 2008

Hablando de libros...


En el post anterior dije que las bibliotecas o librerías son un lugar casi sagrado para mí. Cada vez que entro a la biblioteca de la Universidad de Houston (Campus Clear Lake) me quedo más de lo que debería, no sé por qué, quizá porque no puedo dejar de hojear algún libro que me llama la atención. Sin embargo, hoy tuve la oportunidad de entrar a la biblioteca de la Universidad de Houston (Campus Central) y quedé impactada.

La biblioteca de la UH es enorme. Con tres niveles y cientos de miles (sin exagerar) de libros al alcance de quien tenga carnet estudiantil. Casi me vuelvo loca observando. Pasé del área química, al área ambiental, al área de ingeniería, al área de psicología y los títulos seguían llenando mi mente. Al final decidí buscar una de las áreas que me encantan: Literatura Hispanoamericana. Empecé buscando literatura estadounidense y de allí me fui guiando. Pasé por literatura inglesa, alemana, francesa, polaca, irlandesa, española y a la literatura española le seguía la latinoamericana.

No me costó mucho deducir que los libros estaban ordenados por países, así que busqué a ver si estaba Miguel Angel Asturias (porque en general, por haber ganado el Nóbel se encuentra en casi cualquier biblioteca mundial). Cuál fue mi sorpresa de encontrarme con seis estantes (así es seis) de literatura guatemalteca. Empezando por Luis Cardoza y Aragón, pasando por Miguel Ángel Asturias, siguiendo José Milla y Vidaure, Agusto Monterroso, Flavio Herrera, Carlos Samayoa Chinchilla, Mario Monteforte Toledo... y más, muchos más... incluso me sorprendió ver a Rodrigo Rey Rosa, que con su único libro en la biblioteca hacía presencia nacional (todos los títulos, por supuesto, en español).

Después pasé a la literatura colombiana, la mexicana, la chilena, la peruana... qué impresionante que en una universidad estadounidense haya tanta variedad!

Por alguna razón terminé en la literatura argentina, algo tienen Borges y Cortázar que siempre llaman mi atención. Tomé "62/modelo para armar" y bajé al escritorio central, donde presté el libro. Quizá debería haber prestado algún autor nacional pero no lo hice, creo que fue con la espereanza de volver en pocas semanas a prestar otro, y luego volver de nuevo a prestar uno más....La ventaja es que puedo hacerlo y aprovechando que vamos a estar viniendo por acá más seguido, no voy a dejar la oportunidad de disfrutar esta gama de información a mi alcance.

Es extraño, pero siento como si se abriera una gran puerta que nuca había abierto y por la que puedo entrar y salir libremente, por lo menos en lo que resta del año.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Asi me ha pasado a mi, talvez es la mala costrumbre de minimizar la nacionalidad, pero pintores y escritores Guatemala tiene muchos sin ser suficiente y de buenisima calidad, yo encontre en la UCLA libros Tito Monterroso, de los que ya mencionaste y de algunos otros que no conocia. Saludos

mohervi dijo...

Mijita, cada vez me sorprendes más. Es muy cierto eso de que los padres aprendemos de los hijos cuando éstos llegan a ser adultos,pues lo que ellos aprendieron de nosotros cuando eran niños, no fue suficiente. Me recogocijo al leerte. Un abrazote,

Mo

lusifergua dijo...

Yo recomendaría prestar algo de Luis Cardoza y Aragón o de Mario Monteforte, por pura preferencia personal...

Petoulqui dijo...

¿Tendrán algo de Luis de Lión? o de Arturo Arias.

Luisa F.S.C. dijo...

Vos, algo así como la Biblio de la U!!! jajaja
Creo q te voy a envíar unos cuantos libros de algunos mis amigos escritores como donación para q los tengan allí también. ¡Hacéte Grande donando más literatura!
Un abrazo.

Anónimo dijo...

Tristemente es allá donde sí pueden darse el lujo (muy obviamente) de tener esa colección de libros tan enorme. Aqui no pasamos de tener unas cuantas bibliotecas precarias, y sin embargo, cuanto amo yo la de la usac. Bueno prestar un libro de otros escritores no Guatemaltecos, porque yo hubiese muerto leyendo Viento Fuerte allá tan lejos, por eso regresé y lo leí aquí.

BC dijo...

Si, a la próxima regreso por un libro de un autor guatemalteco, porque definitivamente voy a regresar!
;)